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Comenzamos con unas imágenes que son un lujo, y un honor el poder compartirlas con ustedes. En ellas tres artistas de primer nivel, mallorquines, arriesgados y con vidas brillantes se apoyan en la amistad para compartir un momento bellísimo que significa muchas cosas. Para los que conozcan a los personajes no será una sorpresa lo que yo pueda contarles. ¡Podría escribir una crónica entera! Para los que no les conozcáis os cuento que se trata de Agustí Villaronga, director de cine, con un currículo que corta el aliento; el actor y también pintor Daniel Fuster, que es energía pura, fuerza desbocada y un actor capaz de transformarse en lo que sea con tal de dar vida a los personajes que su profesión le pone por delante; y la tercera persona que aparece en las fotos es la artista Susy Gómez, un genio, un prodigio de la naturaleza que afronta la creación desde la honestidad.

Una mujer luchadora que está donde está gracias a un esfuerzo titánico para defender el arte en el que cree, y gracias también a una cultura que la ha cautivado desde niña. Los tres reunidos en la casa de campo de Susy y Juanan Horrach para pasar un día entre amigos que nos han dejado compartir para celebrar un hecho importante, al que hay que sumar otro nombre también mallorquín, exitoso y joven con visión de futuro y que a pesar de no estar en las imágenes de lujo que reproducimos sí estaba en la cabeza de todos. Jaume Ripoll es el fundador de la plataforma digital Filmin, un lugar que debería estar en todos los hogares pues su oferta de cine es inmejorable, de hecho ninguna de las grandes plataformas puede competir con su variedad y vanguardia.

Lo que nos hace felices es El ventre del Mar, la película dirigida por Agustí en plena pandemia, cuando el confinamiento era duro y la vida complicada. Pues consiguió realizar una película poética y épica, gracias en gran parte a la dirección artística de Susy, que entendió el mensaje desde el principio y se dejó llevar por la fuerza. Trabajaron en el agua, con frío delirante, con medios ajustados a un presupuesto bajísimo pero el equipo entero consiguió salir adelante y triunfar a lo grande. Sirva esto de metáforas para otras luchas, menos romántica quizás, pero que necesitan de la belleza de la amistad, la que muestran las fotos.

Además no me digan que un mallorquín de Santa Catalina sea el que haya conseguido traer por dos veces a la reina Letizia a Mallorca fuera de temporada para estar en el Atlantida Film Fest, organizado por Jaume, una de las grandes citas culturales del Mediterráneo, cuna quizás de esa mítica Atlántida. Busquen Filmin en su menú televisivo y háganse socios. Me lo agradecerán toda la vida. Y vean la película que nos ha enamorado, El ventre del mar. Es el momento de hacerlo, pues hay que apoyar a quien lo necesita a través del cariño, y los artistas, yo lo soy de alguna manera, necesitamos el arte de la amistad verdadera muy cerca para no desfallecer. Voy con más mallorquines triunfantes.