Son Banya sigue siendo el supermercado de la droga, pero cada vez menos. | Redacción Sucesos

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El mapa de la droga en Palma arroja un dato demoledor: el 80% de las sustancias estupefacientes que se venden en la capital proceden, por este orden, de Son Banya, La Soledat, Son Gotleu, ‘Corea’ y Virgen de Lluc. Cada barriada está especializada en un tipo de sustancia y en la actualidad compiten dos modelos delictivos: bunkerizar los puntos de venta, al estilo de la calle Teix, o convertirlos en móviles, como la venta callejera en Fra Joan Alcina.

Ultima Hora ha tenido acceso a los informes de la UDYCO de la Policía Nacional y del EDOA de la Guardia Civil, los dos grupos especializados en la lucha antidroga, que desvelan el entramado del narcotráfico en la capital balear. La conclusión es que Son Banya, pese a quedar reducido a un reino de Taifas tras el derrocamiento de ‘La Paca’, sigue manteniendo la hegemonía. Eso sí, cada vez con menos margen y con más competencia. Los 13 puntos de venta activos suministran cocaína, éxtasis, camagra (una Viagra ilegal), marihuana y heroína.

El viernes por la tarde es su día fuerte y se registran colas de coches para entrar en el poblado. «Los teléfonos móviles han hecho mucho daño a los narcos de Son Banya. Los clientes que esperan su turno temen que alguien les saque una foto y muchos han optado por otras zonas más discretas», explicó uno de los jefes de la lucha antidroga de la Jefatura palmesana. ‘Los Valencianos’, siempre en la sombra, siguen siendo los monarcas.

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Muy de cerca, La Soledat rivaliza con Son Banya y cada día se hace más fuerte. Pablo Campos Maya, ‘El Pablo’, es dueño de casi toda la calle Teix y controla otras avenidas, como Randa o Ànimes. Al estar todas las viviendas juntas, su defensa es más sencilla: «Es como un fortín romano. Muy compacto, difícil de tomar», resumió un mando benemérito. El mérito del veterano narcotraficante es que ha conseguido bunkerizar sus propiedades, con un enjambre de cámaras y puertas blindadas especiales. Vende marihuana y cocaína, desde 8 puntos activos. También se han sumado a la moda de la droga Tusi, la cocaína rosa.

Son Gotleu obtiene la medalla de bronce en el dramático podium policial. Los clanes gitanos venden marihuana, pero la droga estrella es la heroína, que mueven las organizaciones nigerianas. Entre ambos siempre hay una clama tensa y una desconfianza mutua. No hay puntos de venta fijos en pisos, porque han optado por vender en la calle, sobre todo en la plaza Fra Joan Alcina y Tomás Rullán. Así los riesgos son menores. Y si caen algunos peones no pasa nada. El gramo de heroína cuesta 59 euros. «Estas características de Son Gotleu nos han obligado a un enfoque policial nuevo», apuntan las fuentes consultadas.

La barriada de ‘Corea’ es la cuarta en discordia. Los narcos de allí son exiliados de Son Banya y traficantes autóctonos. Tiene los feudos en Juan de Austria y Can Fosser y en la actualidad hay cuatro puntos activos. Tocan solo marihuana, pero últimamente está entrando algo de cocaína. Los capos de aquellas viviendas están adoptando el modelo de La Soledat: bunkerizar los pisos, hasta convertirlos en fortificaciones inexpugnables. «Están copiando el modelo de ‘El Pablo’, porque creen que es el que más dificultades nos plantea», señala otro experto policial.

Virgen de Lluc juega en otra división. «El tráfico allí es muy menor en comparación con las cuatro barriadas anteriores, pero hay focos activos y por muchas redadas que se lleven a cabo los vendedores se recomponen», concluye el mismo veterano en la lucha antidroga. Hay cuatro puntos de venta localizados, que distribuyen marihuana y cocaína, principalmente en la Plaza Félix Rodríguez de la Fuente donde, homenajeando a aquel amante de los animales, hay una fauna inquietante.