Los robos se produjeron entre septiembre y enero de 2016 en Son Vida. | Alejandro Sepúlveda -

TW
4

Se marcó un farol. El hombre que dijo en el juicio en la Audiencia que era jugador de póker profesional ha sido condenado a cinco años de cárcel por una oleada de robos en casas de Son Vida. «¡Cómo voy a robar con 500.000 euros en el banco!», gritó en el turno de la última palabra.

El primer robo se produjo el 13 de septiembre de 2016 en un lujoso hotel de Son Vida. El sospechoso, de 47 años y nacionalidad rumana, trepó por la fachada del establecimiento para apoderarse de un bolso. Tras ese primer golpe cambió de estrategia y se centró en las viviendas de la lujosa urbanización. En una de ellas se apoderó de 3.200 euros en efectivo, un Rolex y diversas joyas de oro. En el domicilio de un exjefe de Otorrino de Son Espases hizo all in.

El 19 de noviembre entró en la vivienda y robó en la biblioteca un juego de llaves que utilizaba el compañero del propietario del chalet. Tres días después regresó al lugar y sustrajo la caja de seguridad que había en el armario de la habitación con 19.500 euros en efectivo, 1.405 dólares y una moneda de oro chilena. El delincuente también se llevó dos relojes de alta gama, entre otros efectos, y tras registrar la casa durante una hora y media se tomó una bebida en la cocina.

El acusado se desmarcó de los robos. Aseguró que en 2016 vivía en Rumanía y que no estuvo en Mallorca, pero la documentación del casino de Porto Pi le dejó en evidencia. Era un jugador habitual. También comentó que tenía unos ingresos diarios de 1.000 o 3.000 euros procedentes del póker y que tenía 500.000 euros en el banco. Sin embargo en su cuenta no aparece en ningún momento ese saldo. Uno de los policías que lo investigó explicó que en todos los robos en Son Vida llevaba el mismo «uniforme de trabajo».

Una gorra de béisbol, sudadera, botas de 'trekking', espinillera para guardar la palanqueta con la que forzaba las puertas y las ventanas de las casas. La Policía Local de Calvià detuvo al sospechoso el 21 de enero de 2017 por un robo en una urbanización de Santa Ponça. La ropa que llevaba coincidía con la vestimenta del autor de los robos en Son Vida.

«El hecho de que coincidiera la vestimenta que llevaba el acusado cuando le detuvieron con la de la persona que aparece en las grabaciones, teniendo en cuenta los detalles de la gorra, de la riñonera, de las zapatillas, la sudadera, etc, es difícil que pudiera atribuirse a una casualidad», indica la Audiencia en la sentencia. El ladrón deberá indemnizar una cantidad total de 42.431 euros a casi una decena de víctimas.

Fin de la partida.