El acusado, este lunes, en el juicio celebrado en Palma. | Guillermo Esteban

TW
8

-Dame cien euros o te pincho.
Un hombre aceptó ayer una condena de dos años y nueve meses de cárcel por un atraco a punta de cuchillo a un taxista en Palma. El acusado, de 39 años y nacionalidad española, explicó ante la jueza que tuvo un mal día. «Mi hija ha tenido problemas y me tiré a la droga. Lo siento mucho por el taxista, estoy muy arrepentido, de verdad, llevo 100 días preso y quiero rehacer mi vida».

El abogado de la defensa del hombre pidió que se le suspenda la pena de prisión y que salga en libertad con la condición de que se someta a un programa de deshabituación de las drogas en Projecte Home. La fiscal se opuso y alegó que puede realizar el programa en el centro penitenciario de Palma.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 1.40 horas del 31 de agosto en la calle Aragón de Palma. El acusado se subió a un taxi y cuando llegó a una calle sin salida del barrio Virgen de Lluc, desde el asiento trasero, colocó un cuchillo al conductor a la altura del pecho y le exigió dinero. El taxista salió corriendo del vehículo y el delincuente se apoderó de su móvil de empresa.

El teléfono tenía el geolocalizador activado y los agentes de la Policía Nacional sorprendieron a un hombre que arrojó un cuchillo de grandes dimensiones a una zona ajardinada junto al móvil de la víctima. El sospechoso no guardaba relación con el robo. Las patrullas policiales al cabo de unos minutos localizaron al acusado en la calle Aragón. El taxista reconoció al hombre y quedó detenido como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación. El juzgado de guardia decretó su ingreso en prisión.

La jueza tuvo en cuenta ayer las circunstancias atenuantes de reparación del daño y toxifrenia. El procesado, que actuó bajo la influencia de las drogas, consignó 300 euros antes del juicio para el perjudicado. «Soy albañil, he trabajado toda mi vida. Tropecé con el taxista y lo pagué con él. No he robado nunca», dijo el hombre.