Imagen del acusado durante el juicio celebrado el pasado mes de noviembre en una sala de lo Penal de Vía Alemania. | J.P.M.

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La jueza de lo Penal número 4 de Palma ha condenado a una multa de 1.200 euros por un delito de abandono de animales domésticos al hombre juzgado el pasado mes de noviembre acusado de no avisar que dejaba a tres perros solos en una finca de Llucmajor, donde residía, cuando le notificaron que entraría en prisión, en octubre de 2022. Los canes afortunadamente fueron rescatados por la Guardia Civil dos meses y medio después en un estado «pésimo y a punto de morir».

La magistrada considera en la sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, que tras la celebración de la vista queda evidenciado que el procesado dejó a los animales «en nefastas condiciones sanitarias e higiénicas y sin medios para subsistir, lo cual vulnera cualquier obligación legal y protección a los animales domésticos».

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El varón recalcó una y otra vez durante el juicio que sí advirtió que los canes se quedaban solos cuando supo en los calabozos de Vía Alemania que ese mismo día ingresaría en el centro penitenciario. «Tenía una abogada a la que le dije que llamara a la Policía Local de Llucmajor, lo hizo, y ellos no hicieron nada», subrayó. La jueza explica en el fallo que no acudió a declarar «ninguna de estas personas que supuestamente recibieron el encargo del acusado».

Un agente de la Guardia Civil recordó que el 16 de enero del presente año, dos meses y 21 días después del ingreso en prisión del hombre, una vecina alertó de que los perros no paraban de «gritar». «Una patrulla fue a comprobar el estado de los animales y hallaron los animales en estado crítico», explicó, y añadió que realizaron todo tipo de gestiones para dar con el dueño de la finca pero no fue posible dar con él. Horas más tarde se les comunicó que posiblemente estaba en la cárcel, como así era. A uno de los funcionarios que acudió a la finca se le cuestionó sobre si alguien le había avisado antes y dijo que no. «Era la primera noticia que teníamos de que había tres perros solos allí».

También declaró en el juicio un perito, que confirmó a la magistrada el penoso estado en el que se encontraban los canes cuando fueron rescatados por la Benemérita y dos veterinarios. «Los perros estaban desnutridos y su vida peligraba. No tenían microchip e ingresaron en la perrera de Llucmajor. Actualmente, ya que se pudieron salvar, están en una casa de acogida», explicó. La sentencia no es firme y puede ser recurrida.