Imagen de archivo de una zona de una de las calles de la conocida urbanización. | A. Sepúlveda

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Un okupa, un chalet de tres millones con alarma y un poni. Podría ser el título de un capítulo cualquiera de una serie de comedia. Pero hay veces, muchas más de las que pensamos, que la realidad supera la ficción. La Policía Nacional detuvo días atrás a un joven reclamado por un juzgado de Instrucción de Palma por una requisitoria de un proceso de desahucio. Reside de okupa, nada más y nada menos, que en un chalet en la lujosa urbanización de Son Vida. El investigado en cuestión, tal y como apuntan fuentes judiciales, es un joven español de 21 años que acumula un curioso historial de delitos cometidos en los últimos meses.

Hace alrededor de un año durante una salida nocturna en coche acabó en Son Vida. Le llamó la atención un chalet en el que parecía que no había nadie viviendo. Para asegurarse de ello regresó al día siguiente y confirmó su intuición. Poco después el inmueble, propiedad de un holding empresarial, pasó a ser su morada. Decidió, como no tenía alarma, instalar una. Una empresa de seguridad se la puso sin ningún tipo de reparo. También le faltaba una ayuda con la limpieza y contrató a la mujer que adecentaba el chalet de uno de los vecinos. Pero el presunto delito de usurpación no el único que ha cometido el joven en los últimos meses. A finales de junio robó un poni en el Safari Zoo de sa Coma de Sant Llorenç. Acudió junto a su pareja y la hija de esta, de corta edad. La menor quedó prendada por el animal. Minutos más tarde el equino ya estaba subido en una furgoneta dirección Son Vida. Sí, al chalet okupado por el sospechoso. Días más tarde fue detenido por la Guardia Civil y el poni recuperado en el terreno de la lujosa vivienda. Semanas después volvió a ser arrestado por la Policía Nacional. Esta vez por robar un pitbull a una mujer mientras lo paseaba por la calle Manacor, en Palma. Un día más tarde devolvió el can a su propietaria por las amenazas recibidas por los familiares de la víctima, ya que fue reconocido mientras cometía el delito.

Este es el resumen del más inmediato currículum delictivo del joven que decidió okupar un chalet en Son Vida valorado en 3 millones de euros. E instaló una alarma, y contrató una mujer de la limpieza y, además, quiso añadirle un poni y un pitbull a su inmenso jardín.