Córdoba ha rendido este martes un homenaje con su silencio a Álvaro Prieto, el jugador del juvenil cordobés cuyo cadáver fue encontrado ayer, y que murió electrocutado por el contacto con una catenaria tras subirse en la parte superior de un tren de cercanías. | Salas

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La familia de Álvaro Prieto, el jugador juvenil del Córdoba fallecido el pasado 12 de octubre electrocutado al tocar la catenaria mientras estaba entre dos vagones de un tren en la zona de talleres de la estación sevillana de Santa Justa, cuyo cadáver fue localizado este pasado lunes, ha solicitado este martes «el máximo respeto y la mayor discreción posible para poder vivir el duelo y asumir el dolor», exponiendo su «profundo deseo de velar y despedir» al joven fallecido «en la más estricta intimidad».

En un comunicado emitido después de que este pasado lunes a media mañana fuese localizado de modo fortuito el cadáver del joven entre dos vagones de un tren que había estado inmovilizado desde agosto, la familia agradece a la Brigada de Homicidios y Desapariciones de la Policía Nacional de Sevilla «su profesionalidad y calidad humana»; extendiendo dicho reconocimiento «al Gobierno de la Junta de Andalucía por sus preocupaciones y desvelos, así como a todas las autoridades y personas que han hecho posible que se hayan puesto todos los medios y recursos disponibles para encontrar» a Álvaro Prieto.

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La familia del fallecido también ha reconocido la labor de la Policía Nacional de Córdoba, de la Policía Local de Córdoba y Sevilla y de la Unidad Militar de Emergencias, por su «respaldo y apoyo en estos días tan complicados», mencionando igualmente al Ayuntamiento de Córdoba, a la Universidad de Córdoba y al Córdoba Club de Fútbol, donde jugaba el joven como juvenil y que «tanto ha ayudado con la difusión desde su desaparición». La familia también agradece «de corazón las innumerables muestras de apoyo y cariño recibidas de personas de todos los ámbitos». «Hemos sentido todo vuestro respaldo en estos días tan complicados», enfatiza la familia del joven fallecido, señalando que no va a «realizar ninguna declaración pública sobre las circunstancias del fallecimiento» y rogando en ese sentido «el máximo respeto y la mayor discreción posible para poder vivir el duelo y asumir este dolor».

Precisamente por eso, la familia muestra su «profundo deseo de velar y despedir» al joven fallecido «en la más estricta intimidad», solicitando respeto para «los momentos tan difíciles» que afronta antes de la despedida final del joven. «Esperando que se cumpla este último deseo», la familia agradece además a los medios de comunicación su labor de difusión desde que el día 12 de octubre fuese denunciada la desaparición del joven.