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La casa de Andrés H. sería algo parecido al arca de Noé si tuviera todos los animales que ofertaba a través de Internet: perros, gatos, erizos, loros o ratas-canguro. El hombre, de 28 años y nacionalidad colombiana, se encuentra en situación irregular en Mallorca y durante un tiempo se dedicó a estafar a personas repartidas por toda España que pensaban en adquirir una mascota. Hay 29 víctimas.

La Fiscalía le acusa de un delito de estafa y reclama que se le imponga una condena de un año y medio de cárcel y que cuando cumpla tres cuartas partes de la pena sea expulsado del país durante los próximos 10 años. El Ministerio Público también solicita que indemnice a los 29 perjudicados con 4.230 euros por el dinero apropiado. El juicio por estos hechos tendrá lugar próximamente en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, en Palma.

‘Mil anuncios’

Andrés H., según sostiene la Fiscalía en su escrito, ofrecía los animales a través de la página de Internet Mil anuncios. Entre el 31 de diciembre de 2021 y el 3 de abril del año pasado estafó a 29 personas y se embolsó 4.230 euros.

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La investigación de la Policía Nacional se inició en enero de 2022. Una mujer denunció en una comisaría de Vigo que le habían estafado 150 euros tras pactar con un hombre la compraventa de un cachorro de raza bichón maltés que había visto anunciado en la conocida página de Internet.

El joven le instó a que le abonara dicha cantidad de adelanto. El cobro lo realizaba a través de cajeros automáticos con un código enviado a su teléfono móvil. En una entidad bancaria de Palma, Andrés H. apareció en las cámaras de seguridad realizando la retirada de esos 150 euros.

Los agentes de la Comisaría Centro de la Policía Nacional comprobaron que había cometido hechos calcados en distintos puntos de España. El 9 de septiembre del año pasado, los investigadores detuvieron al supuesto estafador.

La Policía Nacional cruzó los datos de los móviles de las víctimas con el del estafador

Los agentes de la Policía Nacional que se hicieron cargo de la investigación cruzaron los datos de los móviles de las víctimas con el del estafador para calcular el número de perjudicados. A continuación, analizaron las cámaras de algunas entidades bancarias de Palma y vieron al sospechoso sacando el dinero en efectivo tras haber contactado previamente con sus víctimas para ofrecerles el animal que nunca les llegó a enviar. Andrés H. no tenía en su casa perros, gatos, erizos, loros o ratas-canguro. Tenía mucha imaginación.