Imagen del accidente mortal de Alcúdia del pasado 17 de julio.

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Cuando aún faltan cinco meses para que finalice el año, la estadística arroja un mal balance: 29 personas han perdido la vida ya en las carreteras de Baleares hasta el 3 de agosto, casi las mismas víctimas mortales que se registraron durante todo el año 2022, que fueron 32 en total. Respecto a las mismas fechas del año pasado, cuando solo habían fallecido 16 personas, esto supone un incremento del 80 por ciento de las víctimas. Este mes de julio que ha terminado se ha convertido en el peor de los últimos doce años; habría que retroceder hasta 2012 para encontrar un balance de víctimas superior. La cifra es dramática y preocupante. La siniestralidad, sin duda, repunta en nuestra comunidad.

El último siniestro se ha producido en la madrugada del martes al miércoles en Alcúdia. Un motorista de 34 años y nacionalidad española ha fallecido tras un choque frontal con un turismo. La víctima circulaba por la carretera Ma-13 Alcúdia-Palma cuando, por causas que se están investigando, a la altura de la gasolinera CEPSA ha chocado de manera frontal con un vehículo que ha terminado volcado a raíz del siniestro. El conductor implicado ha dado positivo en las pruebas de drogas y alcohol que le ha practicado la Guardia Civil de Tráfico y está acusado de un delito contra la seguridad vial.

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Llama la atención que la mayor parte de los accidentes mortales que se han producido este año se aglutinan en los meses de junio y julio, con 15 víctimas en total, 6 en junio y 9 en julio. Una racha trágica que podría seguir aumentando durante esta temporada alta. Más turismo, más conductores al volante, más coches de alquiler y muchas noches locas pueden ser los ingredientes de estos últimos dos meses para olvidar. La edad de las 9 personas fallecidas en julio está comprendida entre 43 años y 64 años. No son precisamente jóvenes que vuelvan de fiesta.

También es relevante para la Dirección General de Tráfico de las Islas que 12 accidentes de los 28 con fallecidos en las primeras 24 horas se han producido sin intervención de ningún otro vehículo, y se han debido casi siempre a pérdidas de control con salida de vía y en algunos casos a choques contra obstáculos, lo que hace pensar en un aumento de las distracciones. Por eso, advierten desde la DGT, «seguiremos intensificando el control y vigilancia de aquellas infracciones que inciden más directamente en la accidentalidad con víctimas».

De los 29 fallecidos, destaca que más de la mitad sean conductores vulnerables: 13 motoristas y 2 ciclomotores, 4 ciclistas y 5 peatones. Solo un dato más, se han impuesto hasta 84 sanciones a viandantes por conductas temerarias como cruzar en rojo o por utilizar una zona no habilitada para el paso, mientras que fueron 87 en todo 2022. Por eso, la DGT hace hincapié en pedir prudencia a lo peatones. En palabras de la Dirección General de Trafico, los datos que se manejan este año «son desalentadores».