Fotografía de archivo de agentes del Seprona. | Daniel Espinosa

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La Guardia Civil investiga a dos personas relacionadas con 32 perros encontrados en muy mal estado en un cortijo de Cogollos Vega (Granada), a a los que se les imputa un delito contra los animales y otro de intrusismo profesional por cortarles con fines estéticos rabos y orejas sin justificar por parte de ningún veterinario. Según ha informado este cuerpo armado, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investiga a dos personas de 34 y 21 años por un presunto delito contra los animales por el pésimo estado en el que los agentes encontraron a 32 perros.

La Guardia Civil supo de la existencia de una reala de perros esqueléticos y cubiertos de parásitos que malvivían entre las ruinas de un cortijo de Cogollos Vega. Una patrulla localizó la rehala y encontró a 32 galgos en unas condiciones absolutamente deplorables, estaban caquéxicos, con delgadez extrema, deshidratados, cubiertos de pulgas y garrapatas.

Los agentes del Seprona decomisaron todos los perros e hicieron gestiones con diferentes asociaciones protectoras de animales, hasta que encontraron el apoyo de la asociación protectora de animales Galgos del Sur de Córdoba, que se hizo cargo de los animales.

La veterinaria de dicha asociación ha certificado la pérdida de peso corporal, masa muscular y debilidad de los perros; que estaban deshidratados, desnutridos, apáticos, anémicos y tenían cicatrices de heridas antiguas y recientes. La Guardia Civil ha descubierto, además, que a dos de los perros les habían implantado los microchips de dos animales muertos, lo que ha facilitado localizar a los dos investigados.