Juan Manuel Ordinas, director del hotel Teide, en la puerta del complejo. | ALEX SEPULVEDA

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«En primer lugar quiero pedir disculpas a los vecinos y residentes por las molestias que puedan ocasionar nuestros clientes. Los entendemos, compartimos su malestar y trabajamos para tratar de evitar estas situaciones. Pero hay que ser realistas y entender que tenemos un hotel lleno de gente joven que viene a pasarlo bien, a disfrutar de unas vacaciones de fiesta, diversión y alcohol. Lo que no pueden pretender es que los turistas no beban», apunta Juan Manuel Ordinas, director del hotel Teide, lugar donde varios alemanes fueron cazados saltando de balcón en balcón por la fachada del complejo hotelero.

«En este hotel aplicamos la Ley de turismo de excesos aplicada por el Govern y todos los clientes firman a la entrada un formulario donde se les informa que si practican balconing o mantienen un comportamiento incívico serán expulsados. De hecho, hemos sacado a varios de ellos por este motivo. El problema es que muchas veces nos enteramos tarde de estos comportamientos y ya no podemos hacer nada», comenta Ordinas. Por su parte, la dirección del hotel explica que disponen de vigilante de seguridad por las noches y que el personal está muy encima de los clientes para tratar de paliar esta problemática.

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«Entendemos a los vecinos. Cuando vienen para hablar conmigo siempre les digo lo mismo. En primer lugar disculparme, ponerme a su disposición para evitar molestias, pero hay que recordar que estamos en la Platja de Palma y que la separación entre el hotel y algunos vecinos son escasos 10 metros de una calle. Nosotros somos los primeros interesados en que cuatro incívicos no perjudique a los vecinos y al resto de clientes que tenemos hospedados aquí», concluye.

Finalmente, desde la dirección se reconoce que el año pasado varios turistas borrachos saltaron a la terraza de un vecino y se sentaron en su sofá para tomar cervezas. Finalmente, actuó la policía y el tema quedó zanjado. Por su parte, desde la propiedad del hotel se invita a cualquier asociación vecinal que se viese afectada por cualquier mal comportamiento que notifique de inmediato a la recepción del hotel la incidencia. También sostienen que, afortunadamente, el 90 por ciento de los clientes tienen un comportamiento excelente.