Entre acto y acto de la precampaña para las elecciones presidenciales de 2024 en su país, Panamá, Ricardo Martinell, a través de su abogado, ha decidido dar señales de vida en el juzgado de Palma que le investiga por pagar a guardias civiles para realizar seguimientos en Mallorca a su examante. La Fiscalía había pedido semanas atrás el archivo provisional del asunto después de que fuera imposible contactar con él para que declarase como investigado.
Junto a él se encuentran imputados cuatro agentes de la Benemérita, un vigilante de seguridad y el cabecilla de la trama, el jefe de una empresa de seguridad a quien el expresidente panameño le encargó el seguimiento de la mujer. Se les acusa de revelación de secretos, acoso y organización criminal.
Sin respuesta
Según fuentes judiciales, los inventos para localizar a Martinelli se remontan a casi un año atrás. Primero fueron los investigadores los que quisieron tomarle declaración y no pudieron. La causa la asumió Instrucción 2 de Palma, que tampoco dio con su paradero, a pesar de ser un personaje público y que son constantes sus apariciones tanto en la prensa de su país como en las redes sociales. Tiempo después el asunto cayó en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 al revelarse la relación del político con la mujer espiada, que resultó ser una antigua amante. Ahí tampoco pudieron dar con él. Con el objetivo de agilizar la instrucción, el Ministerio Fiscal solicitó el archivo provisional del procedimiento contra Martinelli y que se siguiera contra el resto de imputados.
Ahora, a unos días de cumplirse un año del arresto de los cuatro guardias civiles, un empresario, un vigilante de seguridad y un falso militar, el expresidente de Panamá, a través de su letrado, ha contactado con el juzgado que le investiga.
Asuntos internos
Fueron agentes de Asuntos Internos de la Guardia Civiles los que se desplazaron a la Isla para arrestar a cuatro agentes. La investigación descubrió que los funcionarios se habían organizado a través de un empresario de la rama de seguridad para realizar vigilancias y seguimientos a la examante de Martinelli durante sus horas libres. Durante su ‘trabajo’ informaban casi al momento de todos los pasos que daba la mujer.
El juzgado de guardia horas más tarde envió a prisión a un guardia civil y al dueño de la empresa de seguridad. A día de hoy están libertad y la investigación alcanza a un total de once personas. Está previsto que en las próximas semanas haya novedades.
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