Dos de los cuatro detenidos, en las dependencias de la Jefatura de Policía. | Redacción Sucesos

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El juez ha ordenado el ingreso en prisión de uno de los cuatro detenidos por propinar una brutal paliza a un portero de un local de la Platja de Palma, al que una banda de rumanos esperó en la calle de noche y le atacó con barras de hierro y un arma blanca. El herido se recupera de las graves lesiones que sufrió.

Los hechos se remontan al jueves, cuando el trabajador -que al parecer es de nacionalidad búlgara- llamó la atención de algunos rumanos, que estaban montando jaleo en su establecimiento.

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El portero los conocía de antes porque es una pandilla muy conflictiva que siempre monta escándalos allí donde va. Tras llamarles la atención en varias ocasiones, los pendencieros se marcharon del local y el empleado siguió trabajando hasta la madrugada, cuando acabó su jornada laboral. Al salir a la calle y dirigirse a su coche, un grupo de ochos personas lo rodeó. Entre ellos había los cuatro a los que había amonestado, de edades comprendidas entre los 25 y 41 años. La banda la emprendió a golpes con él y le atacaron con una barra metálica.

Uno de ellos, incluso, esgrimió un cuchillo y se lo intentó clavar varias veces, pero el portero se defendió con la manos y sufrió algunos cortes. Ya rodeado y exhausto, el búlgaro fue derribado y sobre la acera continuaron con la brutal paliza, que al parecer fue grabada por una cámara de seguridad. Luego, los agresores huyeron en dos coches y tras una batida uno de ellos fue interceptado no muy lejos de allí. Los cuatro sospechosos fueron arrestados y luego ingresó uno en prisión.