En primer término aparece el Audi A4 interceptado en la autopista de Inca y, a la izquierda, rodeado de guardias civiles, el detenido, que es un conocido delincuente de origen polaco. Fue registrado a fondo por si llevaba encima algún arma blanca o de fuego. | A.S.-OPC

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Complicada «maniobra envolvente» para atrapar a un ladrón. Patrullas de la USECIC (Unidad de Seguridad Ciudadana) y de la Guardia Civil del cuartel de Inca participaron en la tarde del lunes en una peligrosa persecución de un delincuente polaco, con un amplio historial delictivo, que acababa de robar un Audi A4 en el Port d'Alcúdia.

La víctima del robo había aparcado su vehículo de color oscuro cuando detectó que un hombre de mediana edad se lo llevaba a gran velocidad, en dirección a Inca. Parece ser que el delincuente pretendía llegar a Palma y la víctima pidió ayuda a la Benemérita, que enseguida puso en marcha un operativo para detener el coche. El peligro era que el turismo se había adentrado en la autopista de Inca a una velocidad muy elevada y no se podía poner en riesgo a los otros conductores con una persecución «tradicional».

Ralentizar la circulación

Así pues, dos patrullas entraron en la autopista a la altura de Campanet y ocupando los dos carriles en sentido a Palma comenzaron a ralentizar la circulación, para que el sospechoso se encontrara un tráfico lento y las maniobras para detenerlo no fueran tan arriesgadas. Poco después, tal y como estaba previsto, apareció en la autopista el Audi, que no tuvo más remedio que aminorar la marcha. Todavía no sabía que se trataba de una estrategia policial contra él y aguardó paciente a que los dos vehículos de la Guardia Civil se marcharan. Pero eso no ocurrió.

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Ya en Inca, frente a la entrada a la ciudad, todavía en la autopista, otras dotaciones llegaron por detrás y a la altura del kilómetro 25 le hicieron una «maniobra envolvente». No pudo reaccionar y en cuestión de segundos tuvo que frenar.

Los agentes se abalanzaron sobre él, le abrieron la puerta y lo sacaron hasta el arcén del margen derecho, en donde fue reducido. Lo primero que hicieron fue registrarlo por si llevaba algún arma encima. Después, lo trasladaron a las dependencias policiales para tomarle declaración. La fuga en el potente Audi había acabado.

El acusado, con dos guardias.

Una decena de agentes participó en el «discreto» operativo para interceptarlo

Más de diez guardias civiles participaron en el operativo del lunes por la tarde para detener al ladrón del Audi A4. Todo el dispositivo se llevó a cabo con «discreción» para no alarmar al conductor y que pudiera provocar un accidente al tratar de huir de las dotaciones policiales. A esas horas de la tarde la circulación en la autopista era densa, lo que aumentó la posibilidad de un accidente. Sin embargo, la maniobra benemérita se llevó a cabo de forma muy profesional y el conductor no tuvo posibilidad de huir. Al principio, cuando intuyó la pinza, no aminoró la marcha, pero al final se rindió y ya interceptado acabó por parar el coche en el margen derecho de la autopista.