Un centenar de personas se han concentrado en la plaza Pere Garau de Palma para recordar a Said. | E. Queirolo

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Se cumplen ocho meses de la desaparición de Said Hourmati, un pinche de cocina y albañil cuyo rastro se perdió el pasado 15 de junio de 2019 en la barriada de Pere Garau.

Este domingo una amplia representación del pueblo marroquí, arropado por una asociación uruguaya de la Isla y numerosos vecinos de la barriada, se han congregado a las seis de la tarde para recordar a Said y pedir a las autoridades que no cesen en su búsqueda. La concentración estuvo encabezada por Bouchra, hermana del desaparecido.

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«Hace ocho meses que desapareció mi hermano y todo sigue completamente igual que el primer día. La policía dice que no tiene pistas y que están trabajando en el caso. No me dan nada de información. Estamos desesperados. Estoy cansada de pedir que miren las cámaras de los locales de la plaza de Pere Garau. Hay que averiguar que le sucedió a mi hermano», señala Bouchra. Said Hourmati desapareció el sábado 15 de junio cuando, a las seis de la tarde, su jefe lo dejó en la barriada de Pere Garau. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional investiga la «inquietante» desaparición del joven magrebí, que iba a casarse en su país con una compatriota. También se trata de averiguar si tuvo problemas porque mantenía una relación con una mallorquina casada.

El día de su desaparición, Said Hourmati salió de casa a las siete de la mañana. Vivía con Bouchra, su hermana, y la familia de ella. «Trabajaba en una empresa de construcción y lo recogía el jefe cada mañana, para llevarlo al trabajo. A la vuelta, le dejó en Pere Garau, pero como no tenía llaves no fue directamente a casa, sino que acudió a un bar. Iba sucio, así que es muy raro que hiciera planes para salir de noche sin pasar por mi casa», cuenta la hermana. Antes de desaparecer había enviado 600 euros a su madre, en Rabat, para la boda que tenía prevista ese mismo verano.