Bartolomé Cursach, a la izquierda, junto a su abogado, Enrique Molina, a principios de año en los juzgados de Vía Alemania. | Alejandro Sepúlveda

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El juez Miquel Florit ‘resetea’ el ‘caso Cursach’. Un auto del magistrado del pasado miércoles pone patas arriba la tramitación de la causa: acumula los dos grandes procedimientos en torno al empresario y a policías locales en una única vista oral, permite que la Fiscalía actúe al margen de decisiones tomadas por el fiscal Miguel Ángel Subirán y evita que se produzcan juicios antes de que haya avanzado la investigación por graves irregularidades en la instrucción.

Formalmente el auto deja sin efecto la pieza que se abrió para que un jurado popular juzgara al empresario Bartolomé Cursach, varios de sus subordinados y once policías locales por las fiestas en la discoteca Tito’s. En ese procedimiento se incluyó por parte de Subirán un delito contra la salud pública por las drogas que supuestamente se regalaban a los agentes. El juez señala que «solo ahora» se cae en la cuenta de que es el mismo delito por el que ya se acusaba en la principal pieza contra el magnate del ocio nocturno. Así, ordena acumular los dos procedimientos en uno.

Cárcel

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La decisión del juez Miquel Florit implica que la Fiscalía tendrá ahora un nuevo trámite para acusar a Cursach. Ya lo hizo por mano de Miguel Ángel Subirán y reclamó una pena de ocho años y medio de prisión. Esa pieza estaba ya casi lista para ir a juicio: todas las acusaciones habían ya formulado sus conclusiones provisionales y, si no se hubiera producido la decisión de esta semana, Florit habría tenido que dictar auto de apertura de juicio oral en pocos días.

El efecto hubiera sido un juicio en paralelo a la investigación al juez Manuel Penalva, el fiscal Miguel Ángel Subirán y los cuatro agentes del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional. Así pues, los nuevos fiscales de Madrid que asumen las dos investigaciones ganan margen de maniobra para excluir posibles pruebas contaminadas y modificar sus calificaciones.

La causa principal se dividió en varias piezas en un plan trazado por Subirán y Penalva. Las dos contra Cursach eran las más avanzadas. Están pendientes de cerrar otras en torno al empresario Miguel Pascual y varias derivadas menores centradas en policías locales de Palma.

Las fichas del ‘caso Cursach’ regresan a la casilla de salida. Las decisiones tomadas por el fiscal Subirán a lo largo de la instrucción serán reexaminadas. Todo vuelve a empezar.