Los acusados, en una sala de lo Penal de Palma. | Redacción Sucesos

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«En todo momento creí que eran policías. Llevaban petos amarillos como los que suelen llevar los agentes, pero la agresividad que usaban me pareció un poco rara. Escuché mi coche ponerse en marcha y le dije a mi compañero ‘Paco, que nos han robado'», así relató uno de las víctimas cómo se comportaron dos de los tres acusados de robar 300.000 euros a punta de pistola en La Porcíuncula, en Palma, en julio de 2015.

Los asaltantes eran agentes de la Policía Nacional, uno jubilado y otro con un expediente abierto. La Fiscalía pide para cada uno de ellos, y también para una tercera persona implicada, cinco años de prisión.

Arma
La otra víctima, que iba de copiloto, explicó que todo «duró un minuto». «Tenían el coche aparcado muy cerca de donde nosotros acabábamos de salir y nos cerraron al paso. Poco después nos obligaron a bajarnos de nuestro vehículo al grito de ‘alto policía' e incluso sacaron un arma», explicó en sede judicial.

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Los dos afectados, trabajadores de la empresa y encargados de transportar la recaudación de la cadena hotelera, no tuvieron ningún género de dudas a la hora de reconocer durante el juicio a los dos expolicías que se llevaron el coche con el dinero.

Dos de los tres acusados se negaron a contestar cualquier pregunta en la vista. Sí lo hizo, a preguntas de su abogado, un antiguo policía que en el momento de los hechos estaba jubilado. En su vivienda encontraron una importante cantidad de dinero, más de 4.000 euros en efectivo, el día de la detención y posterior registro. «Ese dinero era para comprar una cocina para casa», aseveró. Ese extremo lo confirmó su exmujer. El otro exagente procesado también tenía miles de euros en casa, pero sus hijas declararon a la jueza que era dinero suyo que guardaban en casa.

Plan
El plan estaba perfectamente organizado. Sabían en qué punto se iban a topar con el vehículo cargado de dinero de la empresa hotelera poco después de las 13.00 horas del viernes 24 de julio de 2015. Mes y medio después fueron arrestados los tres sospechosos y en sus viviendas se hallaron grandes cantidades de dinero en efectivo.

Cada uno de ellos se enfrentan a cinco años de cárcel por un delito de robo con intimidación y uso de armas. La continuación del juicio se llevará a cabo de aquí a unos días con la declaración de los policías encargados de la investigación.