La máquina excavadora que utilizó este miércoles la Guardia Civil para buscar el cadáver del joven. | Alejandro Sepúlveda

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El detenido por el crimen de Mustapha El Karchaoui regresó este miércoles a la finca de Muro, junto a s’Albufera, donde supuestamente habría enterrado el cadáver. El sospechoso, Tòfol T. P., estaba nervioso durante el registro de la Guardia Civil con dos perros adiestrados para detectar restos biológicos y una excavadora. El único acusado por el homicidio del joven marroquí pedía constantemente cigarros.

La Policía Judicial cree que El Karchaoui, desaparecido desde agosto de 2018, fue asesinado por un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Tòfol T. P., acompañado por su abogado, Miguel Ángel Ordinas, insistía en que no tiene nada que ver con la historia. «A ver si acabáis ya, que soy inocente», repetía una y otra vez a los agentes. Los perros que participan en la búsqueda, después de más de una hora de rastreo, marcaron tres lugares en la casa donde supuestamente había manchas de sangre. Estaban en el sofá, el baño y en un colchón.

Los investigadores encontraron el pasado martes en una caseta ropa y un cuchillo oxidado que enviarán a analizar por si guarda alguna relación con el caso. Uno de los perros marcó un punto concreto de la finca y los guardias civiles movieron este miércoles varias piedras con la excavadora, pero no hallaron rastro del joven marroquí de 27 años. A las 16.00 horas finalizó la búsqueda.

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El pastor belga Elton, especializado en la localización de personas, es uno de los dos canes que participó en el operativo de búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, hallado muerto en Níjar (Almería), el 11 de marzo de 2018. Elton, de 12 años, encontró el cuerpo de Diana Quer y también colaboró en la búsqueda del cadáver del empresario Andreu Coll Bennàssar, asesinado por su hijo pequeño y un amigo, en Alaró, el 30 de junio de 2013. Tòfol T. P., amante de los perros, hizo un comentario sobre su destreza.

El único sospechoso del crimen de Mustapha El Karchaoui volverá a ser excarcelado en los próximos días para que un juzgado de Inca decida si debe seguir en prisión preventiva o quedar en libertad. La investigación sigue abierta por si hubiera más implicados.

El marroquí desaparecido tenía un juicio pendiente por apuñalar a un hombre frente al bar Jovent de sa Pobla la noche del 23 de abril de 2017. El perjudicado acababa de llegar al local con su hermano y su cuñada. El Karchaoui, según la denuncia de la víctima, se encontraba drogado y bebido cuando le exigió que le entregara dinero y, ante su negativa, lo amenazó: «Os voy a matar a todos».

Un camarero explicó a la Guardia Civil que conocía al joven porque siempre daba problemas en el bar, junto a otra persona de la localidad. Acostumbraba a pedir dinero a la gente y aquella noche ya se había peleado con otro cliente.