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Tras desvelar la autopsia que se trató de una muerte violenta, los investigadores están buscando a los familiares y amigos de Vasile M., el hombre hallado degollado en Cala Pi, para conocer más detalles de sus últimos días.

En un principio, la hipótesis más barajada por los investigadores es que se trató de un ajuste de cuentas, pero todavía hay muchos cabos por atar y los agentes de Homicidios no quieren precipitarse.

El descubrimiento del cuerpo se llevó a cabo en la tarde noche del lunes, aunque en un primer momento no se pensó que se trataba de un crimen. Un hombre que busca setas encontró detrás de un muro el cuerpo, que estaba cubierto de sangre. Los cortes que se detectaron inicialmente se asociaron a que había sido mordido por ratas o alimañas, ya muerto, y fue trasladado hasta el instituto anatómico forense. La autopsia, este martes, reveló que presentaba golpes en distintas partes del cuerpo y cortes, uno de los cuales le alcanzó el cuello, degollándole.

El cadáver iba vestido con una camiseta de manga larga, que estaba arremangada hasta el ombligo. Llevaba pantalones oscuros y zapatillas deportivas.

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Antecedentes

El hombre no portaba encima documentación alguna, pero los investigadores del Laboratorio de Criminalística le tomaron las huellas dactilares y descubrieron que se trataba de un rumano nacido en 1969 cuyo nombre es Vasile M. Tiene antecedentes en la Policía Nacional, al parecer por robos. En un primer momento, el lunes por la noche, acudieron a la finca de Cala Pi policía locales de Llucmajor, que regularon el tráfico en el punto en el que se desplegó la Guardia Civil. Con los nuevos descubrimientos de la autopsia, el caso ha pasado al Grupo de Homicidios, que se ha hecho cargo de la investigación.

Este martes al mediodía, los especialistas de la Benemérita regresaron al escenario donde apareció muerto el ciudadano del Este y buscaron minuciosamente en las inmediaciones por si hallaban algún arma blanca o la documentación del difunto.

También tomaron declaración al vecino que realizó casualmente el hallazgo. En este sentido, los investigadores se entrevistaron con otros residentes en la zona, por si habían visto u oído algo sospechoso en los últimos días. Se trata de un tramo de la carretera M-6014, en dirección a la M-6015, que conecta Cala Pi con s’Estanyol. Los agentes creen que podría haber sido apaleado y trasladado después, ya muerto, hasta ese paraje de Llucmajor. El cuerpo llevaba allí varios días.