La Guardia Civil practicó durante tres días registros en la finca de Llucmajor. | Redacción Sucesos

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La ‘operación Coahuila’ avanza con paso fuerte y decidido. Agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil han descubierto que el criador ilegal de tortugas detenido en Llucmajor llevaba más de nueve años sin trabajar, pero con un elevado tren de vida y dinero en sus cuentas bancarias.

Este punto desmonta totalmente la versión ofrecida por la defensa de los arrestados que sostenía que se trataba de dos personas que realizaban cría de animales protegidos por afición y siempre a nivel particular. Fuentes próximas a la investigación judicial a la que ha tenido acceso Ultima Hora apuntan a que el juzgado ordenó el bloqueo de las cuentas bancarias de los principales encausados con la finalidad de evitar la fuga del capital ilícito de la venta de animales protegidos.

Sin actividad laboral

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A pesar de que el criador propietario de las tortugas llevaba más de nueve años sin conocerle actividad profesional (vida laboral) eran constantes los viajes que realizaba al extranjero. Las mismas fuentes consultadas indicaron que es cierto que la pareja arrestada no hacía ostentación de lujos, pero los elevados gastos de mantenimiento y manutención de los más de 1.600 ejemplares de tortugas son inasumibles para cualquier particular al que no le constan ingresos declarados.

En los meses de invierno, los importes facturados de luz y agua ascendían a más de 2.500 euros. Es más, el sistema de cubetas que tenían habilitados en el exterior no eran reciclables, por consiguiente el consumo de agua era mucho más elevado de lo habitual. La partida económica más elevada de gastos era la alimentación de los reptiles. Tan sólo con los animales incautados el importe en comida puede superar los 4.000 euros mensuales. A lo que hay que añadir el importante aumento de gastos por los continuos nacimientos. Las instalaciones también contaban con material necesario para la cría tales como filtros, calentadores, cubetas (200 euros la unidad), bombillas etc...

Las tortugas se alimentan de langostinos, ratones recién nacidos o incluso son vegetarianas. Cuando accedieron al interior de la finca, la Guardia Civil también localizó varios contenedores con comida congelada para las tortugas. Las instalaciones del criadero eran muy buenas.