La familia de Paula Fornés quiere que las leyes contra los conductores ebrios se endurezcan. | Alejandro Sepúlveda

TW
58

La conductora que la madrugada del domingo atropelló mortalmente a una menor en sa Ràpita dice que no recuerda nada. La mujer, polaca de 44 años, reconoció ante la juez que tras el accidente llamó a un amigo: «Por cinco segundos con el móvil me he despistado y no sé qué ha pasado». Es la misma frase que le dijo al testigo que la siguió. Un joven que le quitó las llaves del coche cuando se detuvo para comprobar los desperfectos del Skoda Spaceback de su marido.

Renata G., que cuadriplicó la tasa de alcohol permitida tras arrollar a la joven Paula Fornés, de 15 años de edad, confesó que había bebido mucho vino en la playa durante la fiesta de San Juan. La mujer afirmó que se subió al vehículo con dos personas más sobre la medianoche y que no sabe quién iba conduciendo, pero que se habría parado si hubiera ido ella al volante. La conductora insistió en que no iba sola y que recordaba el ruido de la luna del coche cuando se rompió. No sabía si el vehículo siguió la marcha ni si, más adelante, se detuvo para comprobar los daños. La detenida, representada por Miguel Ángel Ordinas, comentó que telefoneó a su hija para decirle que, probablemente, había sufrido un accidente. También llamó a un amigo para intentar justificarse: «Por cinco segundos con el móvil me he despistado y no sé qué ha pasado».

El mismo argumento de la distracción se lo repitió a uno de los dos jóvenes que fueron tras ella al advertir el accidente. Los destrozos en el coche llamaron la atención de estos dos amigos que circulaban en sentido opuesto. A los pocos segundos, vieron a dos adolescentes pidiendo ayuda en medio de la carretera y a otra que estaba tendida sobre el asfalto. Era Paula. Cuando comprobaron que un coche que tenían delante se detenía para ayudarlas, decidieron dar la vuelta para intentar localizar el Skoda que les había sorprendido por los desperfectos que tenía.

Poco después, a unas calles del lugar, vieron que el coche con el que se cruzaron estaba parado. La luz de freno se veía entre la oscuridad de la zona, sobre las dos de la madrugada. Al dar la vuelta, observaron cómo la mujer polaca trataba de colocar el retrovisor.

Noticias relacionadas

Trasladan al Congreso la petición de la familia de endurecer las penas

La petición de la familia de Paula Fornés de endurecer las penas para los conductores ebrios ya ha sido puesta en conocimiento de los disputados. Pere Joan Pons, diputado del PSOE en el Congreso, dio a conocer a través de su cuenta en la red social Twitter que había trasladado la entrevista publicada por Ultima Hora a sus homólogos que trabajan en la reforma del Código Penal. En la entrevista publicada por Ultima Hora, los familiares de la menor atropellada la madrugada del domingo en sa Ràpita pusieron de relieve su malestar por el castigo que se ha impuesto en situaciones similares. En Mallorca se han producido otros atropellos mortales en los que el conductor dio positivo y resaltan que «las penas son ridículas».

El padrino de la víctima, José Ferrer, insistió en que «las leyes tienen que ser duras». «En Estados Unidos, un conductor si es interceptado bajo los efectos del alcohol va directamente a la cárcel y esta mujer era reincidente. Esperemos que tanto el Govern como el Gobierno inviertan en prevención y educación», añadió. La tía de Paula Fornés, Ana Rodríguez, subrayó que «lucharé con todas mis fuerzas para que esto no vuelva a suceder». «Nos hemos puesto en contacto con plataformas y no descansaré hasta que se consiga una Justicia más justa. Se lo he prometido a Paula», concluyó.