Cuando la Policía Nacional irrumpió en la gran cervecería muchos turistas querían entrar o salir, pero no se les permitió para poder llevar a cabo un operativo en condiciones. Esta situación provocó algunos incidentes aislados. | Alejandro Sepúlveda

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Más de 70 agentes de la Policía Nacional registraron en la tarde noche del jueves una de las mayores cervecerías de la Platja de Palma, para investigar una oleada de hurtos a turistas y también para identificar a 150 trabajadores.

Después, el gran operativo policial se desplazó a otra zona próxima y fueron interceptadas veinte prostitutas nigerianas.

En el despliegue participó el Grupo de Extranjería, el Distrito Playa, la comisaría de Seguridad Ciudadana, el Grupo de Robos, la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y motoristas y coches Zetas del CNP.

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Dispositivo cerrojo

Los efectivos llevaron a cabo un dispositivo cerrojo para que nadie entrara o saliera del local Bierkonig mientras duraba la inspección, lo que provocó algunos momentos de tensión con turistas que ya llevaban unas copas de más y pretendían saltarse el cordón policial. Los policías llegaron acompañados de cinco inspectores de la conselleria de Treball, que se interesaron por la situación laboral de los empleados y, sobre todo, por si había trabajadores ilegales en la plantilla.

Los especialistas de la Policía Judicial buscaron entre los clientes a posibles carteristas rumanos, que en las últimas semanas han cometido numerosos hurtos en la Platja de Palma. Se mezclan entre el público, haciéndose pasar por veraneantes, y aprovechan que los turistas van bebidos para sustraerles la cartera.

También se controló que los vigilantes de seguridad cumplieran con la normativa de seguridad privada. Durante el registro, se halló documentación perdida o robada a turistas, que debería haber sido entregada en la Jefatura palmesana. Este tipo de operativos volverá a repetirse en Platja de Palma.