Imagen del juicio por una agresión al testigo 29, cuya condena ha sido confirmada. | Alejandro Sepúlveda

TW
9

Un atestado policial pone en cuestión la supuesta agresión que denunció el testigo protegido 29 delcaso Cursach la semana pasada. Según ese informe, la lesión más visible que tenía el denunciante, un arañazo de tres centímetros en la cara, se la produjo su compañero de piso, no ningún ciudadano rumano, tal y como éste afirmaba. El informe fue presentado este lunes por los abogados José Ignacio Herrero y Vicente Campaner en el juzgado que investiga la denuncia y, a su vez, los letrados plantearon ellos una contra el testigo por un posible falso testimonio.

El excamarero de Tito’s acudió al juzgado de guardia el pasado lunes. Aseguró que el miércoles 9 por la noche fue abordado por dos ciudadanos rumanos por la calle que le habían golpeado por la espalda. «Le dan un manotazo en el cuello y luego siente un raspazo en la cara», asegura la denuncia que él presentó. Lo que el testigo protegido 29 no manifestó en el juzgado de guardia fue el episodio ocurrido en su casa el martes 8. Dos agentes de la Policía Local acudieron a su casa después de que una llamada al 092 alertara de una fuerte discusión en la vivienda. Ante los agentes, el testigo protegido explicó que tenía realquilada una de las habitaciones del piso y que había discutido con su inquilino, al que quería echar porque le debía dos cuotas y porque la convivencia entre ellos «se había hecho insoportable». En ese contexto se produjo una pelea y el inquilino provocó un corte de unos tres centímetros en la sien al testigo protegido que tuvo que ir a Son Espases por esa herida. El inquilino confirmó a los agentes que había sido él el autor de ese golpe.

Noticias relacionadas

El atestado, abierto por un delito leve de lesiones, no llegó a los juzgados hasta este lunes. Fue aportado por los dos abogados, que han sido denunciados en varias ocasiones por el testigo 29 por supuestas amenazas. De hecho, un juzgado de instrucción ha dictado una orden de alejamiento para ambos respecto al testigo. Cuando fue a poner una denuncia la semana pasada, el 29 solicitó al juzgado que ambos letrados fueran arrestados y enviados a prisión. Ahora son los letrados quienes denuncian al testigo y ponen de manifiesto que tardó más de una semana de acudir a denunciar lo que, a su juicio, descarta que esa agresión por parte de dos rumanos llegara a producirse y considera que es un intento del testigo para atacarles.

El testigo 29 ha denunciado en una veintena de ocasiones ante el entonces juez instructor del ‘caso Cursach’, Manuel Penalva, diversos episodios de coacciones, amenazas y agresiones. Ningún otro testigo del caso ha presentado tantas denuncias. A raíz de ellas se han producido dos sentencias condenatorias a dos ciudadanos rumanos y una última absolutoria.