Una pareja de guardias trasladan a dos detenidos a los juzgados. | Alejandro Sepúlveda

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Hicieron dinero rápido. Y fácil. La banda de ingleses que introducía billetes falsos de 20 euros en Magaluf obtuvo más de 4.000 euros en pocos días. La Guardia Civil registró uno de los apartamentos donde se hospedaban los cuatro detenidos. Los agentes les incautaron 40 billetes de 20 euros falsos, 3.000 euros en efectivo y 1.000 libras esterlinas. Los investigadores sospechan que estas cantidades proceden de su actividad ilegal.

Los cuatro británicos detenidos por la Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local de Calvià, pasaron ayer a disposición ante el juez de Instrucción 7 de Palma, y horas después quedaron en libertad con cargos. Están acusados de un delito de falsificación e introducción de moneda falsa.

La alarma saltó el pasado lunes. Fue cuando se puso en conocimiento de la Policía Local el pago con billetes falsos en varios establecimientos. Los agentes identificaron a uno de los sospechosos. Llevaba cinco billetes de 20 euros falsos y una dosis de cocaína y marihuana.

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Los policías, para completar la identificación, acompañaron al hombre a la habitación donde se alojaba y así comprobar su pasaporte. Los agentes observaron algunos billetes más cuando sacó el documento de la caja de seguridad. La Policía Local puso estos hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación y arrestó a otros tres ingleses.

La Benemérita solicitó autorización judicial para la entrada y registro en unos apartamentos turísticos de la zona de Torrenova. Los agentes tenían sospechas de que los detenidos pudieran ocultar más billetes en su domicilio.
El registró duró cerca de dos horas y levantó gran expectación entre los vecinos ante la presencia de casi una veintena de guardias civiles con chalecos, agentes de paisano y policías locales. Un empresario de la zona dijo que le alegraba la presencia policial.

Los agentes intervinieron más de 4.000 euros. El dinero falsificado habría sido introducido en España desde el Reino Unido para su posterior distribución por locales de ocio nocturno de Magaluf. Los billetes presentan fallos de seguridad que a simple vista no se aprecian.