La operación para sacar y devolver el velero al agua ha sido muy compleja. | Michel's

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El rescate se convirtió en odisea. Los operarios tuvieron más problemas de los previstos para sacar del agua el velero que fue arrastrado por el viento y el oleaje contra las rocas en el Port de Andratx, el pasado jueves, y la embarcación fue devuelta de nuevo al mar este viernes para ser remolcada hasta el Club de Vela de la localidad.

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El velero, un Hanse 540e valorado en unos 500.000 euros, apareció el jueves junto a las rocas de la primera línea al desengancharse la boya donde estaba amarrado en el Port de Andratx por el temporal. El dueño de la embarcación es un alemán que se encuentra en su país. Las autoridades decidieron sacar el velero del mar con una grúa de grandes dimensiones, ante el riesgo de que el mástil, de 25 metros, cayera sobre la vía pública y también hubiese algún tipo de vertido contaminante. El jueves por la noche el velero fue sacado del agua y colocado sobre el tráiler de un camión, encima de una estructura para no dañar la quilla. Esta operación fue muy compleja. Una vez sobre el remolque, se desmontó el mástil, que fue colocado junto al muelle de pescadores.

El velero tiene 16 metros de eslora y 4,9 de manga, mientras que el tramo de calle de primera línea donde estaba el tráiler tiene una anchura un poco menor. Por tanto, el camión no podía moverse sin que el casco del barco golpeara las farolas de los lados de la calle, por ello de descartó mover el velero con el remolque. Finalmente se decidió colocar de nuevo el casco sobre el mar y remolcarlo hasta el Club de Vela para repararlo. Esta operación no estaba exenta de complicaciones ya que había que estabilizar el casco en el agua, con ayuda de los buzos y otros operarios en embarcaciones neumáticas y luego remolcarla con garantías.