La Guardia Civil durante la operación que llevó a descubrir más de 1.200 plantas de marihuana. | Alejandro Sepúlveda

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La Fiscalía reclama penas que suman 50 años de cárcel para cinco acusados de pertenecer a la banda encabezada por un holandés conocido como Scooby y que fueron detenidos por la Guardia Civil con un gran cargamento de cocaína, más de 13 kilogramos, de una altísima pureza. Se trata de la primera pieza de la ‘operación Dorado’ que llega a juicio.

Los agentes investigaban otra red de tráfico de drogas cuando descubrieron la existencia de ‘Scooby’, quien se encuentra ahora en paradero desconocido. Al tirar de este hilo se descubrió que un grupo de otros dos holandeses y un eslovaco querían traer a Mallorca una gran cantidad de droga desde Brasil.

Los sospechosos se reunieron en mayo de 2009 en un bar de Cala d’Or para ultimar la operación y poner el dinero necesario. La operación se puso en marcha. Dos brasileños, también acusados en este proceso, eran -según la Fiscalía- los encargados de hacer de correos y transportar la droga. Estos dos acusados alquilaron una furgoneta en Palma y con ella fueron al aeropuerto para recoger el cargamento. La droga estaba distribuida en nueve bidones metálicos que cargaban objetos de decoración protegidos por papel de pompas. También había 16 paquetes con la droga. El cargamento, valorado en más de un millón de euros tenía una gran pureza: cerca del 95 por ciento en algunos de los paquetes.

Registros

A la captura de este cargamento le siguieron otra operación de la Guardia Civil. En una de ellas se registraron los locales y bungalows propiedad de uno de los acusados en Cala d’Or. Se le encontró una pistola, un arma eléctrica, chalecos antibalas y dos kilogramos de marihuana.

Un segundo registro se llevó a cabo en un bar de Cala Egos. Allí la Guardia Civil encontró una plantación de marihuana con más de 1.200 plantas, que se valoraron en casi medio millón de euros. Todos los detenidos ingresaron en prisión provisional, aunque llevan ya varios años en libertad a la espera de juicio.
La Fiscalía reclama para cada uno de los cinco acusados una condena de nueve años de prisión por tráfico de drogas.

La ‘operación Dorado’ fue llevada a cabo en el año 2010 por la Guardia Civil y se centraba en los vínculos entre un grupo de holandeses con los clanes de Son Banya y varios proveedores desde Brasil. En la operación fueron detenidas veinte personas. En total se incautaron 22 kilos de cocaína, 103 de hachís, dos de heroína, otros nueve de éxtasis y una tonelada de marihuana.