Imagen de una de las sesiones del macrojuicio por narcotráfico. | Alejandro Sepulveda Soler

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La Fiscalía mantiene sus peticiones iniciales de cárcel para los principales clanes gitanos que se sientan en el banquillo en la principal causa por tráfico de drogas desde el ‘caso Kabul’.

En sus conclusiones definitivas, presentadas ayer, el fiscal Antidroga, Miguel Ángel Salazar recoge la conformidad de los miembros del ‘clan de La Paca’ presentes en el juicio, entre ellos una cuñada de la matriarca y una sobrina de ésta que asumen la venta de droga en sus vivienda y penas de tres años de prisión. En el otro extremo, los miembros de los grupos de ‘Los Valencianos’ y de ‘La Sole’, para todos ellos se mantienen peticiones de cinco y seis años de cárcel.

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Las sesiones continúan hoy con los informes de las partes y con ellas terminará un juicio lleno de sobresaltos. Las vistas arrancaron el pasado mes de mayo y con la declaración del primer testigo, ‘el Ico Pequeño’ se suspendieron. El testigo afirmó que parte de la droga se la encontró él en la calle. Fue detenido en el mismo juicio y la causa volvió a instrucción, si bien, finalmente el fiscal decidió no acusarle. La vista se retomó esta semana

El origen de este juicio está en la ‘operación Oriente’ puesta en marcha en mayo de 2010 por el Cuerpo Nacional de Policía en el poblado. En ese momento, los principales cabecillas de los clanes estaban en la cárcel después de ‘Kabul’. Sin embargo, el fiscal sostiene que mantenían su actividad con otras personas. Así el clan de ‘La Paca’ actuaba a través de la mujer y la hija de ‘El Moreno’, según la acusación. Los ‘Valencianos’, por otro lado, estaban dirigido por ‘La Chata’, mujer de ‘El Charly’. Al frente del clan de ‘Los Bizcos’, la Fiscalía sitúa a ‘El Ove’.