Los agentes se han incautado de 94 furgonetas cargadas hasta los topes de material en una nave industrial de Pinto (Madrid) y otras 26 en el puerto de Valencia. | CPN

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El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha desarticulado una compleja red criminal que obligaba a mujeres a prostituirse y también se dedicaba a las estafas en Internet mediante tarjetas robadas o clonadas. En total han sido detenidas 25 personas en Madrid, Toledo, Cantabria y Mallorca. La mayoría de arrestos se han practicado en Madrid y en Toledo. En Palma fue detenida una mujer nigeriana de 37 años por su vinculación con la banda.

Blanqueo

Según informó ayer la Policía, el método de blanqueo de la trama consistía en comprar objetos de lujo que eran introducidos en furgonetas soldadas y selladas con silicona que eran enviadas por una empresa pantalla hasta Lagos (Nigeria). Los investigadores han recuperado en una nave industrial de Madrid y en el puerto de Valencia 120 furgonetas repletas principalmente de televisores y botellas de bebidas alcohólicas, pudiendo la organización haber defraudado productos valorados en unos 5.000.000 de euros.

En cuanto a la actividad relacionada con la prostitución, la red coaccionaba a las víctimas que había captado en Nigeria y transportado hasta España para explotarlas sexualmente en nuestro país o bien enviarlas a otros países europeos a petición de proxenetas. Todo comenzaba con la oferta a mujeres nigerianas de una vida mejor y un trabajo digno en Europa. La organización les facilitaba pasaporte falso y billetes de avión. Una vez en España eran obligadas a prostituirse. La policía ha liberado a cinco mujeres víctimas de esta trama.

Respecto a las estafas, destacaban las «cartas nigerianas», las compras masivas en Internet con numeraciones de tarjetas de crédito ajenas, y también se dedicaban al clonado de tarjetas por la red o los novedosos «secuestros on line». Esta modalidad delictiva consiste en introducirse en foros de Internet en los que empresarios internacionales realizan importantes negocios, con el fin de espiar sus conversaciones. En el momento que la organización detectaba que los empresarios iban a realizar una transacción comercial con envíos de dinero, suplantaban la identidad del destinatario del mismo, aportando otro número de cuenta bancaria que habían abierto anteriormente con documentación falsa y así podían extraerlo rápidamente una vez ingresado.

La detenida en Palma está vinculada con las estafas que llevaba a cabo la banda. Se efectuó un registro domiciliario en la calle Manacor y se intervinieron dos pasaportes, móviles y relojes caros que supuestamente había adquirido con dinero procedente de las estafas, para enviarlos junto con otra mercancía a Nigeria y allí venderlos para blanquear el dinero.