Antonio Moreno, ayer tarde en la clínica Juaneda de Palma, donde está ingresado. | Michels / Vasil Vasilev

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El hurto abortado de una botella de licor en un comercio de Punta Ballena (Magaluf) le ha salido caro a la familia Moreno. Padre e hijo, ambos comerciantes muy conocidos en Calvià, fueron agredidos brutalmente este fin de semana por una pandilla de quince jóvenes, tras ser sorprendidos robando en el local.

A las seis menos cuarto de la tarde del sábado, Toni Moreno Company, de 21 años, 'cazó' a un muchacho hurtando en la tienda de licor. Tras un tira y afloja, aquél devolvió de mala gana el alcohol y salió a la calle, donde le esperaban sus amigos. Algunos llevaban 'skates' y comenzaron a molestar delante del establecimiento, para que los turistas no se acercaran. El padre de Toni, Antonio Moreno Rosado, se acercó al grupo y les recriminó el intentó de hurto y las molestias que les estaban ocasionando.

Paliza

Fue entonces cuando uno de los jóvenes comenzó a golpear al comerciante de unos 50 años de edad en la cara: «Me fracturó el pómulo en dos puntos. Tengo los nervios tocados y parte del rostro paralizado. Pero lo peor es el ojo izquierdo, ya que puedo perder parte de la visión», declaró ayer Antonio a Ultima Hora desde la clínica Juaneda, donde permanece hospitalizado.

Su hijo también recibió golpes y patadas y sufrió lesiones en una mano y la espalda. Tras ser atendido en un centro médico, recibió el alta, pero ayer seguía muy afectado: «Todo quedó grabado por las cámaras de seguridad que tenemos, y la policía y Guardia Civil están buscando a los chicos. Estamos muy mal por todo lo que ha ocurrido, y sobre todo por el estado de mi padre».

Tras la brutal paliza, los muchachos huyeron, pero la secuencia captada por la cámara de vídeo aporta importantes datos sobre los implicados. Dos de ellos ya están identificados y la detención de los autores materiales de la agresión es cuestión de horas, según informaron en fuentes policiales. Los investigadores saben que se trata de una pandilla de nacionalidad española y algunos de los chavales podrían residir en las inmediaciones de Bendinat. Ayer, los comerciantes de Magaluf estaban indignados por la agresión al padre y su hijo.