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La Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat abrió ayer mismo un expediente informativo para determinar las causas del accidente. Descartado el error humano, el conseller Gabriel Vicens barajó tres posibilidades: un defecto de construcción del muro de contención, actuaciones posteriores que pudieran haber alterado la funcionalidad del muro o las intensas lluvias caídas en los últimos meses. «Era imposible que el maquinista, experimentado, pudiera evitar el golpe porque se trataba de una curva», señaló.
El muro, de diez metros de longitud por cuatro de alto, se construyó durante las obras de apertura de la línea del Enllaç a Manacor, que tuvo lugar en 2003, durante el gobierno del Pacte de Progrés. En 2004, un desprendimiento también fue la causa del descarrilamiento del tren en San Tell, entre Sineu y Petra, y como consecuencia del mismo se llevó a cabo una serie de obras de emergencia de consolidación del trazado. La Conselleria investigará si aquellas actuaciones pudieron afectar al tramo donde se ha producido el nuevo deslizamiento. En cualquier caso, indicó que «Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) realiza el mantenimiento de todo el corredor de la vía y no consta ninguna advertencia de anomalías en los muros que hicieran sospechar la caída».
Servicio suspendido
Mientras dure la investigación y se revisen todos los muros, el servicio del tren entre Sineu y Manacor quedará suspendido. Vicens, que ayer compareció para dar cuenta del accidente acompañado por el gerente de SFM, Jaume Jaume, no aventuró fecha de reapertura, aunque reconoció que «será difícil sacar los trenes de las vías y restablecer la seguridad de la zona».
El consorcio del transporte de Mallorca pondrá en marcha un servicio de autobuses desde Manacor, Sant Joan y Petra hasta la estación de Sineu, estación donde los trenes llegarán y saldrán con normalidad. De hecho, ayer tras el accidente se habilitaron cuatro autobuses gratuitos para los usuarios que se quedaron sin el servicio a primera hora de la mañana de ayer. Vicens explicó que se han reforzado los puntos de información del servicio, sobre todo, en Sineu. Se calcula que unos 4.000 usuarios diarios se verán afectados por la suspensión del servicio.
El titular de Medi Ambient i Mobilitat quiso insistir en que si se determina que el accidente se podría haber evitado, se depurarán responsabilidades, y subrayó que SFM lleva invertidos 17 millones de euros en la seguridad del tren en lo que llevamos de legislatura «más que en toda la historia de nuestro tren».
Sindicatos
Los trabajadores no tardaron ayer en manifestar su preocupación por el estado de salud de sus compañeros y por su seguridad. Antonio Baos, portavoz de CCOO, indicó que han emplazado al director general de Mobilitat, Antoni Verger, a convocar de urgencia la comisión de seguridad vial para que definir las causas que han provocado el deslizamiento de tierra en la vía y después pedir responsabilidades. Más contundente fue Victoriano Rodríguez, quien en representación de UGT, denunció que aún no se hayan convocado a los delegados de prevención de riesgos laborales. Rodríguez indicó que en la zona del accidente no se había detectado ningún peligro, en cambio sí se había advertido de desprendimientos en un tramo entre Petra y Manacor.
«Hemos tenido mucha suerte, si hubiera pasado en el segundo tren hubiera sido horroroso», apuntó.
El comité de empresa de SFM se reúne hoy con carácter de urgencia para analizar el suceso. «Esta claro que hay un problema gordo de seguridad», dicen.