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«La Ley gitana no perdona. Si volvemos a Mallorca estamos muertos, así que de momento nos quedamos en Málaga». Ultima Hora entrevistó ayer a Silveria Ortega Hernández, tía de 'El Farru' y portavoz de los 40 familiares de este clan que han tenido que huir de la barriada palmesana de Sant Magí hasta la Península por temor a una venganza mortal tras el crimen de 'La Parrala'.

 

«Nos las estamos apañando muy mal porque tenemos un piso alquilado y luego algunas casas de familiares, pero los 40 no cabemos allí. Si 'El Farru' fue el culpable de la muerte de Josefa Moreno, no es justo que paguemos toda la familia por ello, ¿qué culpa tenemos nosotros?», añadió. La primera prioridad de Silveria fue hacerse cargo de los niños del clan que habían quedado en un centro de acogida de Menorca tras la detención de siete miembros de esa familia en Ciutadela: «Habían huido porque sabían que si se quedaban un día más en Palma estaban muertos. No querían huir de la Justicia», sostiene.

 

La tía de 'El Farru' insiste en que la situación de su clan es casi desesperada: «Los gitanos somos así. Cuando te condena la Ley gitana no hay nadie que te salve. De momento estamos a salvo porque no nos hemos encontrado con nadie de Son Banya, pero cuando nos localicen se puede montar una muy gorda».

 

«Esa gente tiene mucha influencia, basta ver la cantidad de millones que guardaban enterrados en el poblado. Tienen contactos y familiares por toda España y no nos sentimos seguros. Ni mucho menos», añadió.

 

'El Farru', principal acusado de la muerte a tiros de 'La Parrala', permanece encarcelado, junto a otros implicados en el ajuste de cuentas. «Aquí nos han condenado a todos, sin esperar a que la policía y los jueces tengan claro lo que ocurrió. Yo no digo que nadie tenga que ver con la muerte de Josefa, pero no todos nosotros. No es culpable todo el clan de los Ortega Santiago».

 

'La Parrala' era prima de 'La Paca, jefa de Son Banya durante muchos años. El ingreso en prisión de Francisca Cortés y de sus hijos 'La Guapi' y 'El Ico' dejó un enorme vacío de poder en el poblado y Josefa Moreno, según los investigadores, intentó continuar con las actividades ilícitas. La droga la suministraba un poderoso clan catalán y el intermediario para que llegara a 'La Parrala' era 'El Farru', un viejo conocido del poblado. A principios de mes, José Ortega acudió acompañado de la casa de 'La Parrala' y le exigió el pago de una deuda. Según algunas fuentes, se trataba de 15.000 euros. Según otras, la cantidad real tenía un cero más al final de la cifra. Sea como fuere, Josefa recibió un disparo en el rostro y fue trasladada en estado crítico hasta el hospital de Son Llàtzer, donde falleció al poco tiempo.

 

Al día siguiente, el propio patriarca de Son Banya evocó al Ley gitana y reclamó una venganza sangrienta con el clan rival de los Ortega Santiago. Todos ellos huyeron de la barriada palmesana de Sant Magí y fueron arrestados al día siguiente, en Palma y en Menorca.