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REUTERS-GUANABO
Cuba amaneció ayer contando las pérdidas que produjo el huracán «Dennis» en 8 de sus 14 provincias, donde dañó miles de casas, causó masivos cortes de energía y comunicaciones y terminó una violenta marcha por los países del Caribe dejando un saldo de 32 muertos.

La tormenta abandonó Cuba en la madrugada del sábado con destino al sudeste del Golfo de México. Los partes meteorológicos indicaban que recuperaba su potencia tras debilitarse en la isla antillana, a la que llegó cargando vientos de hasta 240 kilómetros por hora. En Guanabo, pueblo costero a unos 30 kilómetros de La Habana, quedaron árboles y cables tendidos sobre calles inundadas, pero los daños a las viviendas no eran significativos. Guanabo, al igual que otras ciudades que estuvieron en la trayectoria de «Dennis», integró un masivo plan de evacuación que alcanzó a casi 1,5 millones de habitantes, más del 10 por ciento de la población total de 11,2 millones. Muchos de los servicios básicos aún no habían sido reestablecidos al mediodía en La Habana y, según las autoridades, la reconstitución de los tendidos arrasados en provincias centrales como la de Cienfuegos, se prolongarán durante varios días.

El primer huracán de la temporada y el más fuerte que jamás se haya formado en esta época del año según los registros históricos, causó una inusual pérdida de vidas en Cuba, que tiene un fuerte sistema de protección civil. Los decesos fueron anunciados el viernes por Fidel Castro, en una audiencia televisada de 4 horas que se realizó en La Habana en momentos en que «Dennis» comenzaba a azotar la ciudad.