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Ayer por la mañana también se practicó en el Instituto Anatómico Forense de Palma la autopsia al cadáver de la joven de 25 años de edad. Los médicos Antonio Siquier y Julio López Bermejo confirmaron que la mujer murió estrangulada al apretarle el agresor su cuello con sus propias manos, sin utilizar ningún objeto para asfixiarla. La mujer no presenta ningún tipo de señal de defensa, lo que indica que no supo reaccionar ante el acto agresivo de su novio o que no tuvo tiempo a hacerlo. Lo cierto es que la agresor apretó su cuello con tanta fuerza que primero logró que ella perdiera el conocimiento y que después muriera.

Uno de los datos que llamó la atención a los médicos es que la mujer tenía una mordedura en la parte superior de la nariz, pero no se sabe si esta lesión tenga alguna relación con el «enfrentamiento» que Beatriz mantuvo con su novio, Manuel Llinás, mientras ambos estaban sentados en el sofá tras ver una película. Los forenses han tomado muestras de orina y de sangre de la víctima para analizar si pudo tomar esa tarde alcohol o algún tipo de droga que justificara esta falta de reacción ante la acción agresiva del hombre con el que convivía desde hacia un año.

El presunto agresor, que ha reconocido desde el principio que estranguló a su novia, seguía ayer ingresado en la unidad de observación del área psiquiátrica de Son Dureta. El médico señaló al juez de guardia que el detenido no estaban en condiciones para tomarle declaración. Por ello, el juez decidió anoche prolongar su arresto. Por otra parte, ayer noche a las 20.30 horas se celebró en la plaza Joan Carles I, en Palma, un acto de protesta por este nuevo caso de violencia doméstica. Beatriz Garau es la tercera mujer que este año ha muerto en Mallorca a manos de su compañero.