El suceso ocurrió en la bodega del buque. Foto: FERRAN CARBONELL

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Un estibador peruano de 23 años de edad murió aplastado a primera hora de ayer en la bodega del buque Don Fernando, propiedad de la compañía Iscomar, después de que un contenedor de varias toneladas de peso se precipitara contra él en el muelle de Palma.

Joter Lodi M.C. llevaba cinco meses trabajando para la empresa «Canarias de Flotamiento», estaba casado y su mujer está a punto de dar a luz en Perú, donde reside. A las 8.30 horas, cuando los estibadores descargaban los contenedores del barco una de las máquinas colisionó contra una de las grandes cajas metálicas. El trabajador se encontraba en medio de estos dos pesados elementos metálicos y murió aplastado. Una ambulancia del 061 se desplazó urgentemente hasta el muelle comercial del puerto de Palma, pero todos los esfuerzos fueron inútiles porque el cuerpo del peruano estaba irreconocible y ya sin vida.

De inmediato dos inspectores de trabajo y un técnico de prevención de la conselleria de Treball del Govern balear se desplazaron hasta el muelle y abrieron una investigación para aclarar las causas del nuevo accidente laboral. Los especialistas examinaron la bodega del buque y tomaron fotografías del interior y también de la grúa «toro» que indirectamente había provocado la muerte del estibador, y que había sido sacada de la bodega. Horas después el conseller de Treball, Eberhard Grosske, visitó el «Don Fernando» y se interesó por lo ocurrido.

Uno de los testigos del siniestro, Federico Garrido, explicó que el accidente aconteció pasadas las ocho de la mañana y aseguró que Joter Lodi quedó encajado entre dos contenedores «porque estaba en un sitio en el que no debía estar».