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La Guardia Civil de Balears ha puesto en marcha un plan especial para la prevención de incendios forestales que se prolongará hasta el próximo mes de septiembre y que supondrá un esfuerzo humano y de medios importante.

La presencia benemérita -sobre todo de patrullas del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza)- se intensificará a lo largo de estos meses en zonas amenazadas o parajes de especial valor ecológico. La misión de la Guardia Civil será inspeccionar vehículos e individuos sospechosos que se adentran en la montaña, así como controlar el paso de campistas y excursionistas. La prevención, con todo, no acaba aquí y también la Benemérita vigilará basureros y vertederos susceptibles de incineración, además de actividades industriales en las proximidades de masas forestales.

El Seprona no estará solo y en la nueva misión del Cuerpo participarán Patrullas Rurales, unidades del Servicio de Montaña, equipos de la Policía Judicial e Información, el Servicio Aéreo y la Agrupación Rural de Seguridad. En el balance del año pasado facilitado ayer por la Comandancia de Palma se especifica que en Balears ardieron 357'254 hectáreas de bosque y que el Seprona esclareció las causas de cinco de estos incendios.