La Guardia Civil se entrevistó con el conductor del camión para averiguar lo ocurrido. Foto: A. SEPÚLVEDA.

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Un hombre con intenciones suicidas salió vivo por dos veces consecutivas tras arrojarse bajo un coche y un camión en Palma. El individuo, al final, quedó ingresado en Son Dureta con pronóstico grave y bajo vigilancia para que no repitiera la tentativa. Sobre las doce del mediodía la Policía Local y el servicio de ambulancias recibieron un comunicado alertando de un atropello 'atípico' en una calle de Palma. Cuando los funcionarios policiales llegaron se encontraron al peatón herido y junto a él al conductor, que aseguró que había sido un atropello «buscado». Según esta versión, la víctima se arrojó bajo las ruedas del automóvil intencionadamente.

La ambulancia trasladó al herido hasta la residencia sanitaria de Son Dureta, donde los facultativos comprobaron que había tenido «mucha suerte» ya que apenas presentaba lesiones. Sin embargo, su estado anímico les preocupó y decidieron someterlo a algunas pruebas en el área de psiquiatría. El paciente tenía otros planes y aprovechando un despiste de sus cuidadores se dio a la fuga y desapareció del complejo sanitario. Según parece caminó durante un kilómetro, hasta llegar a las inmediaciones del desvío de Génova de la Vía de Cintura. A las 13.00 horas la Guardia Civil de Tráfico recibió noticias de que un 'perturbado' había irrumpido en repetidas ocasiones en la vía y había sido esquivado por los coches.

Según los comunicantes, el sujeto 'toreaba' a los vehículos, con grave riesgo para su integridad. Cuando la Benemérita se disponía a enviar a la zona a una patrulla se recibió una nueva información, tan temida como esperada: el individuo había sido alcanzado por un camión y yacía malherido sobre la calzada. Una Uvi-móvil del 061 se desplazó rápidamente hasta ese tramo, al igual que la Guardia civil y el Cuerpo Nacional de Policía, que se hizo cargo de la investigación. Los peores augurios, con todo, no se cumplieron y la víctima reaccionó a las primeras curas de los médicos, que le colocaron un collarín y comprobaron sus constantes vitales. El conductor del camión explicó que le había salido de la cuneta del margen derecho y, a continuación, se había arrojado bajo las ruedas. El camionero sólo tuvo tiempo de frenar cuando ya estaba a punto de arrollarlo, lo que a la postre fue suficiente para evitar su muerte.