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El estado mental de Bartolomé Clar Camacho, el joven acusado de matar a una mujer en el cementerio de Palma, marcará el juicio de este caso, que se inicia hoy. El acusado ya cumple condena por el asesinato en 1989 de su suegra y de su cuñado. El joven disfrutó de un permiso penitenciario en la navidad de 1996 y pasó los días de libertad junto a Ana Belén Gil, una joven que conoció en prisión cuando la mujer estaba cumpliendo condena por el asesinato de su padre.

El día 23 de diciembre la pareja acudió al cementerio de Palma para visitar las tumbas de sus familiares. Bartolomé Clar había comprado una navaja. Esa misma noche el joven debía regresar a prisión. En el cementerio descubrió que Ana Belén había quedado citada con otro recluso y ello le enfureció.

La acusación intentará demostrar que Bartolomé Clar apuñaló a la mujer por celos y le ocasionó la muerte. La mujer sufrió unas 20 puñaladas, casi todas en la espalda y después el asesino la remató golpeándole la cabeza con una lápida. Días después el joven se entregó a la Guardia Civil.

Los forenses consideran que Bartolomé Clar es un psicópata y que es capaz de matar de nuevo.