Julio Bastida y javier Jimenez en Crónica negra.

Ocurrió en la fría madrugada del 16 de enero de 2005, en los apartamentos 'Los Cipreses' de Cala Ferrera, en Cala d'Or. Una joven eslovaca llamada Verónica Kovalovska, de 26 años, cayó mortalmente del segundo piso en el que residía con su novio, un jienense llamado Pedro José Carmona, de 29. Él sostuvo que la chica, muy alterada tras una discusión y bajo los efectos del alcohol, saltó al vacío, pero la implacable investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil y del forense Javier Alarcón lo desmintió: la extranjera había sido asesinada a golpes y después arrojada desde el balcón, para asegurarse de que no sobreviviría a las heridas. Esta es la crónica de una investigación que demostró que el crimen perfecto no existe.

El asesino que siempre reía