Imagen de una valla, instalada a causa de las obras, que dificulta el acceso de los niños y padres al colegio de la calle Más. | Tomeu

Una vergüenza el cierre de acceso a la calle Más. VERGÜENZA que se escribe con mayúsculas ya que en la misma se encuentra un colegio y a la vez una guardería dónde diariamente acceden niños de corta edad y bebés, quienes tienen que acceder a través de un estrecho pasadizo en el que más de una vez han quedado enganchados en las vallas de alambre. Única protección que los separa de la pesada maquinaria. Maquinaria que en mi opinión, nunca debería estar tan cerca de ningún menor.

Una vergüenza que los padres que dejamos a nuestros hijos antes de ir a trabajar tengamos que buscarnos la vida para aparcar por la zona. Complicado ya de por sí, llevar a los pequeños de la mano y en brazos, por los tres escasos palmos de ancho del pasillo que han dejado para acceder. También es una vergüenza, volver corriendo al coche y que tengas a un señor con cara de pocos amigos intentando multarte.

¿Qué ocurriría si además lloviera? ¿Qué ocurriría si pasase algo en el colegio y tuviesen que evacuar a los niños o acceder una ambulancia? Una absoluta y verdadera vergüenza. La respuesta de por qué no se hizo en verano y no en pleno periodo escolar fue: «No sabíamos que en esa calle había un Colegio». Sin palabras... bueno una sí: VERGÜENZA.