TW
5

Puesto que las campañas electorales se han convertido en bazares de subastas para ganar votos, ofrezco algunas ideas a nuestros políticos para que sigan subiendo nuevas ofertas a los estantes de la feria electoral. Aprovecho la ocasión para sugerir al lector que esta tomadura de pelo sirva como disculpa para repensar a quién van a votar o si van a hacerlo.

Propongo que la oferta de cine a dos euros para jubilados, que prometió el presidente del Gobierno hace unos días, incluya también a colectivos y minorías marginadas. También propongo que la oferta se extienda al teatro, la música, acontecimientos deportivos y otros entretenimientos entretenidos. No olvidemos que de lo que se trata es de tener entretenido al personal y evitar que piense para que alguien lo haga en su lugar. Propongo que los residentes podamos disfrutar de vuelos gratuitos interislas. Sería una buena forma de fomentar en la población balear con menos recursos, el disfrute de su geografía discriminada por las aguas del mar. También propongo que en Palma, el autobús gratuito para residentes lo sea también para aquellos forasteros peninsulares que vienen a pasar unos días a esta parte de su geografía nacional. Y que, en honor a la igualdad, lo sea también para los extranjeros europeos y, algún día, para los otros.

Pensemos: El bazar electoral con formato low cost y gratuito del que están tirando los partidos políticos se financia con el dinero público que duerme en las arcas del Estado, de la Comunidad Autónoma y de los fondos municipales de los contribuyentes.

Tengo la sensación de que esta subasta de ayudas y gratuidades está rozando el delito de malversación de caudales públicos en beneficio propio y partidista. Lo cual se me antoja una estrategia de engaño por parte de quienes dicen estar al servicio de la ciudadanía.