TW
3

Cada vez queda menos para las elecciones y es un buen momento para hacer pronósticos en función de simples sensaciones o reacciones de los partidos que participan en los comicios del 28-M. Todo el mundo dice que la izquierda y la derecha están prácticamente empatadas en Balears y para ello utilizan las primeras encuestas que van saliendo. La última de mallorcadiario.com pronostica que el PP conseguirá 24 escaños y que, por lo tanto, volverá a ser la opción más votada en Balears. Dependería del PI o de Vox para gobernar, pero la izquierda ya no suma mayoría absoluta, que tampoco es definitivo porque Armengol también podría pactar con el PI.

Durante las últimas semanas he escuchado a muy pocos analistas hablar de Podemos y de sus posibilidades electorales. Recordemos que el auge de la formación morada fue en 2015 y 2019 la muleta necesaria y definitiva para que Armengol pudiese ser investida presidenta. ¿Pero alguien cree que Podemos se encuentra ahora en las mismas circunstancia que en las dos anteriores elecciones? ¿Los votantes de Podemos pueden sentirse satisfechos con la política de vivienda de aquellos gobiernos en los que ha participado la formación morada, véase el Govern o ayuntamientos? ¿Nadie es capaz de ver simplemente por sus propuestas electorales (mayoritariamente repetidas, vacías de contenido o en algunos casos grotescas como la de proponer la compra de locales comerciales cuando hay decenas de inmuebles vacíos en las galerías de la plaza Mayor, por ejemplo) que es un partido a la baja de la misma manera que todo el mundo da por hecho que Ciudadanos no tendrá representación en el Parlament? Si Podemos pierde dos o tres diputados, ¿no es lógico que estos dos o tres diputados puedan resultar definitivos para que Armengol no pueda sumar mayoría ni siquiera con la suma del PI? Podemos puede vivir su última legislatura en la Cámara balear, si es que al final consigue entrar. Y por ello quizás Armengol puede estar más que preocupada por los votos que puedan conseguir sus socios el día 28 de mayo de la misma manera que puede sentirse tranquila con Més per Mallorca o Més per Menorca, dos formaciones con un suelo electoral que les garantiza prácticamente repetir resultados o incluso mejorarlos.

Además de la gran incógnita de Podemos, que nadie pierda la vista sobre el desgaste que provocará Pedro Sánchez en sus barones territoriales, pero eso ya es más difícil de medir, si bien los resultados de Andalucía, Comunidad de Madrid o Castilla y León son muy significativos de lo poco que aporta el líder socialista. Mejor dicho, de lo mucho que está restando Sánchez hasta el punto de que algunos no lo quieren ni ver en sus campañas electorales.