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Pese a la discrección que le define, el palmarés que atesora y al que ha dado forma Vincenzo Nibali (Mesina, 1984) le permite ser una leyenda viva del ciclismo mundial. El ‘Tiburón’ regresará a las carreteras de Mallorca para recibir un homenaje únicamente a la altura de los más grandes. Ganador de la triple corona, es decir, del Tour de Francia (2014), la Vuelta a España (2010) y el Giro de Italia (2013 y 2016), también ha reinado en dos ‘Monumentos’ como Lombardía o la Milán-San Remo, además de apuntare el tridente de la Tirreno-Adriático y sumar quince victorias de etapa en las tres carreras por etapas de referencia.

Méritos suficientes como para que Nibali reciba, meses después de colgar la bicicleta un reconocimiento a la altura de una hoja de servicios que muchos querrían tener. Será en unas carreteras que conoce bien y en el marco de la Mallorca 312 OK Mobility, en la que lucirá el número reservado a las leyendas. El que antes portaron Indurain, Freire, Kelly, Horrillo, Contador o su compatriota y otrora rival, Ivan Basso, que le pasará el testigo y el preciado dorsal 312.

Igual que los mallorquines, Nibali se amoldó a las limitaciones de su Sicilia natal para crecer como ciclista. El Etna fue su punto de referencia y en sus rampas empezó a forjarse una trayectoria que mostró signos de calidad en su etapa juvenil y Sub 23. Como profesional, ejerció de icono para la afición italiana, necesitada de un vueltómano tras la traumática pérdida de Marco Pantani. El ‘Tiburón’ alcanzó y reeditó algunas de las gestas del ‘Pirata’. Vistiendo los maillots de Fassa Bortolo, Liquigas, Astana, Bahrein y Trek-Segafredo, Nibali se destacó por no dejar pasar las oportunidades que se le presentaron. Como ese Tour que perseguía con hambre voraz, y en el que avisó de sus intenciones con el tercer puesto de 2012, a la sombra del Sky de Wiggins y compañía. Su hora llegó en 2014, cuando gracias a Vincenzo se volvió a entonar el Fratelli d’Italia en los Campos Elíseos. Ahora, el ‘Tiburón’ es menos agresivo, pero no ha dejado de atisbar retos como el que se le planteará en la Isla que le vio abrir muchas temporadas.