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Conviene recordar que centenares de eruditos teólogos que estudiaron y discutieron durante siglos este asunto, fueron incapaces de determinar el sexo de los ángeles. Todavía no se sabe si son ellos, ellas o elles, y tampoco cuántos caben en la cabeza de un alfiler. Aún no se ha podido establecer ni su número ni su género, lo que quiere decir, con la autoridad milenaria de la Iglesia, que todos los ángeles son criaturas celestiales LGTBIQ. A que esto no se lo esperaban. Yo creo que ni siquiera los portavoces del colectivo, de gran actualidad estos días en Palma, están enterados de semejante dato bíblico a su favor, pues dado su colosal talento para el misticismo y la verdad revelada, de conocerlo ya habrían utilizado el argumento teológico de los ángeles LGTBIQ en sus manifiestos y proclamas. Bueno, pues ahora ya lo saben. Dios creó así los ángeles, muchísimos, más que estrellas en el cielo, y lo hizo por su santa voluntad (por puro gusto), mucho antes de que, a regañadientes, crease a los seres humanos. Que le salieron como le salieron. Dónde vas a comparar. No quiero ofender a las gentes hetero del montón, binarias además, y ni loco habría tocado el tema (allá cada cual con sus identidades y preferencias), de no ser porque según he sabido por la prensa, este año el muy festivo día del Orgullo, en versión municipal extendida, debería durar más de una semana a partir de mañana. Y no sólo eso, sino que debido al talento municipal para la polémica publicitaria, llevamos otra semana sin hablar de otra cosa. Orgullo expandido, efectivamente. Todas las voces autorizadas, y bastantes completamente desautorizadas, se pronunciaron ya acerca de las necedades de la organización, y al final esa jornada expandida que debía durar más de dos semanas, fue suspendida por decreto. Mucho orgullo, diría yo. Y por lo que parece, a más orgullo menos capacidad argumentativa, más polémica, más deslices verbales. No hay cosa peor que hacerse un lío con las palabras, de ahí que brinde a la organización del evento el argumento teológico indiscutible. Todos los ángeles (y todas y todes) son LGTBIQ desde antes de que hubiera humanidad. ¿Por qué? Arriesgándome a que se ofendan los heteros religiosos, porque quizá Dios también.