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En Alcúdia, la Policía Nacional ha detenido a uno de los pedófilos más activos de España, que descargaba y compartía en internet material sexual prohibido de niños. Estamos ante un fenómeno alarmante que crece cada año en la Isla y que constituye uno de los delitos más execrables que hay, aunque en ocasiones las condenas de los jueces no son todo lo duras que cabría esperar. De hecho, muchos juicios en Palma contra estos pervertidos se saldan con condenas mínimas de un año o, incluso, con multas. No hace mucho, además un comisario jubilado de la Policía Local de Palma se vio implicado en un caso de pedofilia y fue detenido. En su antiguo despacho se halló material comprometedor y su casa también fue registrada. Es un indicio de hasta qué punto están extendidos estos delitos de corrupción de menores.

Equipos desbordados

Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil cuentan con equipos de delitos informáticos especializados en la búsqueda y caza de pederastas y pedófilos, pero la actividad en las redes sociales es tal que las investigaciones avanzan a ritmo lento. Las personas que trafican con estos vídeos y fotos deben ser conscientes de que siempre dejan un rastro digital y que las IP de los ordenadores pueden ser controladas, por lo que la detención de estos ciberdelincuentes es al final cuestión de tiempo.

Más medios

Por este motivo, sería deseable que el Ministerio del Interior dotara con más medios y personal a estas unidades policiales especializadas en buscar depredadores sexuales de menores y adolescentes. Sólo con grupos potentes que puedan actuar en distintos escenarios virtuales a la vez se podrá controlar esta lacra. También se podría incrementar la contundencia judicial, ya que con unas penas tan mínimas se lanza un mensaje erróneo al pervertido y puede animar a otros a seguir por ese tenebroso camino. La tolerancia cero es irrenunciable en estos delitos tan abominables.