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No son semanas muy tranquilas para la industria turística balear por muchos motivos. Hay muchos frentes abiertos y los sobresaltos no paran, todo ello en una temporada turística atípica al cien por cien, en donde nadie sabe lo que va a pasar de una semana para otra en ocupaciones y ventas. Es tal el grado de incertidumbre que ni siquiera los grupos turísticos alemanes y británicos pueden aclarar lo que sucede. En medio de este clima, la gripe A se ha convertido con su tratamiento mediático en el Reino Unido y Alemania, especialmente en este último país, en objeto de todo tipo de especulaciones, la mayoría de ellas con intereses cruzados, con el objetivo de enturbiar la imagen de Mallorca. El sector turístico alemán y balear, así como la Conselleria de Turisme y la de Salut, llevan semanas luchando contra informaciones falsas interesadas. La cumbre turística que tuvo lugar en la mañana del jueves 30 de julio, fatídico día en la historia de Isla por el atentado de ETA, tenía el claro objetivo de aunar criterios y evitar informaciones contradictorias, así como disponer de un único portavoz. Las imágenes que se han ofrecido en Alemania sobre Mallorca son de juzgado de guardia, ya que han jugado alegremente con la imagen turística de Mallorca como si de un muñeco se tratara. Aquí, por lo menos, los intereses particulares se han subyugado a los generales y empresarios, touroperadores y políticos tienen clarísimo que tienen de ir de la misma mano. No están los tiempos para hacer de Quijote ni poner la otra mejilla, sino para actuar con contundencia, pase lo que pase.