Lucía Serrano, la abuela que tutela a sus dos nietos, | R.L

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Lucía Serrano vive en la zona de Camp Redó. Madre soltera de una hija, es peluquera y tuvo un negocio propio hasta que el IVA y las escuelas de peluquería le hicieron tirar la toalla, «aunque luego seguí como peluquera, trabajando en un local, lo que es mejor que ser peluquera autónoma, ya que sabes que al final de mes cuentas con un dinero y no tienes los problemas del autónomo». Lucía también es ama de casa, con todo lo que esto conlleva, y sigue estando soltera y sin compromiso, «ni ganas de comprometerme con nadie y menos a estas alturas de la vida, pero muy feliz, y más viendo crecer a mis dos nietos».

Naturalmente, no hemos quedado con ella en un bar para chafardear, sino para que nos cuente un problema que también afecta a otras personas que han acogido a niños del IMAS. «Tengo dos –dice–, que encima son mis nietos, por lo que percibo del IMAS 485 euros cada mes por cada uno, o sea, 970 por ambos».

Y a continuación, antes de entrar en el tema por el que estamos reunidos en el bar, nos explica el por qué ha acogidos a sus dos nietos. «Su madre, mi hija, en un momento determinado de su vida equivocó el camino… En realidad, se equivocó en muchas cosas, cayendo en el mundo de las sustancias del que, a base de no pocos esfuerzos, ha logrado salir, rehacer su vida, vivir en una casa, tener un trabajo… Mientras tanto sus dos hijos, mis dos nietos, quedaron bajo la tutela del IMAS, puesto que ella, dadas las circunstancias que atravesaba no podía tenerlos. Fue por eso por lo que pedí acogerlos… Porque mejor que estuvieran con la abuela que con otra persona que no conocieran. Naturalmente mi hija, que los siguió viendo, tuvo que ajustarse a un régimen de visitas avaladas por su buen comportamiento que, como digo, fue mejorando a nada que vio que había tocado fondo. Fueron unos años difíciles por los que pasó, de los que, afortunadamente, supo salir, siendo hoy una chica que por nada del mundo quisiera ser la que fue, sino todo lo contrario, cosa que a diario demuestra con su comportamiento y su trabajo. Mientras tanto sus hijos, mis nietos, siguen estando, oficialmente, acogidos por mi».

El problema

Dicho lo cual, Lucía nos expone los motivos de nuestro encuentro, que no son –repite– para contar su vida, sino para denunciar un problema que le está creando el IMAS.

«Cada mes, puntualmente, recibo la cantidad asignada por cada niño. Eso sucede desde el primer mes hasta ahora. Ahora bien, el problema es que en lo otro no cumple. Y lo otro es abonarme los gastos que la educación de ambos conlleva, me refiero al ordenador que llevan a clase, con sus correspondientes programas y asignaturas, la funda, además de otros libros que les exigen en la escuela… Gastos que hice en julio del año pasado a través de la tarjeta, que es como me recomendaron ellos que lo hiciera –de una carpeta saca recibos y justificantes que avalan esos gastos–. A esto hay que sumar unos aparatos, por valor de 600 euros, que el dentista le ha recomendado a mi nieto que se ponga, además de las dos visitas que le hemos hecho a razón de 90 euros cada una. El problema está en que yo he adelantado estos gastos, cosa que puedo justificar con recibos y facturas, documentos que ya he mandado al IMAS: los del material escolar en septiembre y los del dentista a partir del pasado mes de febrero. A día de hoy el IMAS no me los ha abonado, lo que supone para mi economía un problema, dado que mis recursos son los justos y ese dinero que he adelantado aún no lo he recibido. Naturalmente, como la situación económica que estoy atravesando me está agobiando, he preguntado en el IMAS y me han respondido que el retraso es por cuestiones burocráticas, que no me preocupe, que me lo abonarán. Pero es que ya son muchos los meses que estoy esperando a que lo hagan. ¿Que si eso solo me ocurre a mí? Por lo que tengo entendido, y también por haber hablado con otras personas que tiene niños en acogida, no. Somos todos, o casi todos, los que estamos en las mismas condiciones. Por tanto, no sé qué hacer, a dónde ir y a quién reclamar…», añadiendo que, como apostilla al final, «si tu no pagas los impuestos o las multas, no solo te los cobran, sino que los hacen con recargo. Cosa que no ocurre en este caso».

En pocas palabras, Lucía Serrano no entiende como el IMAS, departamento de Benestar Social, que pertenece al Consell de Mallorca, se demora tanto en abonar el dinero que adelanta para la educación de dos menores que tiene en acogida y que, además, son sus nietos.

Aniversario

Hoy, jueves 25 de abril, en la semana de Sant Jordi, se presentará el audiolibro Vampiros & desamores del autor Filippo Grey. La presentación tendrá lugar en la cafetería A dins Palma, en la calle de Pere Dezcallar i Net, número 11, local 14, esquina con Parellades.

Filippo Grey nos invita a la presentación de su audiolibro.
Filippo Grey nos invita a la presentación de su audiolibro.

Nos contaba Filippo Grey que tras la publicación de libro, primero en catalán y tiempo después en castellano, «ahora lo editamos en la versión audiolibro, que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos, sobre todo por la gran cantidad de personas que prefieren más escuchar que leer, y mucho más si la audición es buena, como lo es la de mi libro, con un magnífico sonido a cargo de Pep Toni Ferrer, y una excelente narración, pues hemos contado para ello con las voces de Pedro Orell y Marta González». Habrá servicio de barra para los asistentes.

Filippo Grey es el nombre que utiliza Felipe Báez, profesor, músico (fue teclista de Melodic Vampirya) y desde 2012 postrado en una silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple que padece. Una enfermedad que le hizo cortar con muchas cosas de su vida, algo que le dejó prácticamente solo. «Bueno, solo no. A mi lado está alguien, cubierto con una túnica negra con capucha, al que no le veo la cara, sosteniendo una guadaña», nos comentó tiempo atrás, en una anterior entrevista. «No dice nada, pero no se aparta de mí… Entonces me pregunto, ¿qué hago? ¿Me voy con él? ¿Me aparto de él? Finalmente, salgo de ese lugar… Porque eso solo lo decides cuando estás ahí, cuando tu vida ha tocado fondo… Entonces, o te sales, o te vas con el de la guadaña. Yo opté por lo primero».

Y es que su fuerza de voluntad por superar todos los obstáculos que se le presentan le mantiene vivo, con la ilusión de seguir escribiendo. Por eso hay que apoyarle, aparte de que el libro es muy bueno. Y ahora, en versión audiolibro, ¡seguro que va a arrasar!