Mercè Rosselló de Piel de Mango da los últimos retoques a un ramo de flores frescas. | M. À. Cañellas

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Decía T.S. Eliot que la primavera es la mejor y la peor época del año. La mejor porque nos recuerda los buenos tiempos; la peor porque nos susurra que no volverán. Otro gran arquitecto de la palabra, Pablo Neruda, la describió como una época «que llega imperceptible como un beso de niebla y nos deja su fragancia, temible y loca». En fin amigos, hoy entramos oficialmente en la primavera, la estación favorita de muchos por su condición de antesala del verano. A mí no me miren, detesto el verano, esa sensación permanente de vivir en el interior de un horno me enerva hasta extremos indescriptibles desde el decoro. Vale, ahora es cuando cuento hasta diez. ¿Quién dijo que la vida es perfecta? El verano ya llegará... pero de momento es primavera, tu cuerpo lo sabe y la naturaleza también. Y no se me ocurre mejor metáfora para describir esta época que el florecer de la vida, cuando los campos se transforman en una fiesta del color que brilla como un Jackson Pollock. Hablemos de flores, pues.

No diga ‘floristería’, diga ‘taller floral’. Y es que Exquisitae Mallorca y Piel de Mango no son dos floristerías al uso. La segunda ni siquiera tiene sede física abierta al público, «es un taller de trabajo, los clientes me contactan vía Instagram (@pieldmango)», desliza Mercè Rosselló. Ambos comercios se han especializado en la creación de ramos y ornamentación floral personalizada y bajo encargo para bodas, eventos y ceremonias de distinto pelaje. Sus trabajos subrayan una sensibilidad ajena al de la floristería convencional, destacan por su estilo original, son pura experimentación. También ofrecen talleres personalizados de los que hablaremos en breve.

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Mercedes Pascual sostiene un ramo de flores preservadas. FOTO: PERE BOTA

Exquisitae Mallorca destaca por trabajar con flores preservadas, un tratamiento basado en sustituir la savia y el agua que tiene la flor por un líquido con unas características conservantes. Como resultado se obtiene una flor «que mantiene el tacto y aspecto fresco durante mucho tiempo», explica la florista titulada Mercedes Pascual Castejón (@exquisitaemallorca). Las flores preservadas son ideales para aquellas personas que quieren dar a su casa un toque más personal pero no tienen tiempo para cuidar y mantener una planta.

Mercè Rosselló, en cambio, prefiere trabajar con flores de temporada. De hecho, Piel de Mango destaca por haber creado una línea de suscripción mensual con tarifa plana. «Consiste en recibir un ramo de temporada a domicilio cada mes». La también florista titulada destaca que «las suscripciones van en aumento», y atraen tanto a público general como empresas. «En el caso de las empresas los arreglos florales son más grandes, porque van colocados en lugares más espaciosos».

Ahora sí, hablemos de los talleres. Los de ramos de mano y diseño floral de Mercedes ponen el listón alto: «Garantizamos los conocimientos necesarios para que puedas realizar tus propios arreglos florales de forma autónoma». Por su parte, los de Mercè abarcan «la confección de un ramo en técnica espiral», además de otras técnicas florales.