Imagen de las pintadas en los centros educativos. | Click

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Hace algo más de un año nos dimos una vuelta por el instituto Ramón Llull. Acompañamos a Mercedes Celeste, entonces concejala de la oposición del Ajuntament de Palma, que había ido a ver las pintadas de las fachadas y cómo estaba catalogado el edificio. A decir verdad, por aquel entonces algunas de las paredes de este edificio y del instituto Joan Alcover estaban bastante vandalizadas. Vamos, que en ambas había mucho trabajo por hacer.

Desde aquel día hasta ahora ha transcurrido el tiempo, y con el paso de este se han producido notables cambios en la política. Y es que el PP, que estaba en la oposición, se ha hecho con el poder merecidamente con el apoyo de Vox. O mejor dicho, el PP es quién desde junio pasado manda en Cort gracias al apoyo que le da el partido que lidera Fulgencio Coll… Que se lo ha dado todo a cambio de nada para sorpresa de quienes le votaron -32.000 votos consiguieron en Palma-. Y la sorpresa es que habiéndolos votado para que gobernaran no lo hacen, pero gracias a ellos gobiernan otros. De ahí la sorpresa. Pero esa es otra historia que nada tiene que ver con la que les contamos hoy.

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Estado de los edificios en sus exteriores. Foto: Click

Lo cierto es que meses después de aquella visita con la hoy responsable de Hacienda, Función Pública y Govern Interior, además de portavoz adjunta del equipo de gobierno de Cort, las fachadas de los institutos Ramón Llull y Joan Alcover no siguen igual, están mucho peor. Basta con echar un vistazo a las fotografías que acompañan a esta información o si pasan por allí darles una ojeada. Y si lo hacen, observarán que algunas están tan altas -como las de la Biblioteca Provincial-, que si no es con una escalera, no las pintan. Y si no es de noche, tampoco.

Lo malo suele empeorar

Y es que como muy bien decía Murphy, el de la Ley que lleva su nombre, todo lo que está mal puede empeorar. O si se deja ahí lo que está mal, con el tiempo irá a peor. Y eso es lo que está pasando en ese lugar, que lo van dejando, y dejando y… Pues aquí vemos los resultados. Fachadas más vandalizadas que hace año y medio, y ‘lo que te rondaré morena’ de no ponerle freno.

Las pintadas llega incluso a grandes alturas. Foto: Click

Y lo peor es que la oposición no puede echarle en cara al actual Ajuntament el estado deplorable de las mismas, ya que cuando ellos estaban en el poder -hace ocho meses y durante ocho años-, no hicieron nada por desvandalizarlas, sino que lo dejaron hacer. Y así esta ahora: peor que antes porque -repetimos- todo lo que está mal puede empeorar. Dicen que han quitado las que había a ambos lados de la puerta lateral de entrada de Ramón Llull, lo que, si es así, está bien. Pero es que ha añadido otras...

Manos a la obra

Por lo tanto la solución está en manos del Ajuntament que lidera Jaime Martínez, que como arquitecto se debe haber fijado en la mayoría de fachadas que hay en Palma, sobre todo las del centro, grafiteadas a diestro y siniestro, algunas sin piedad ni ningún sentido.

Y pensamos eso, porque en su programa, en cuanto a objetivos a conseguir durante su mandato, están los culturales, y estos dos institutos forman parte de la cultura de la ciudad. Por eso habrá que ponerse manos a la obra, de lo contrario cada vez se le irá acumulando más trabajo. Y el ciudadano, encima, se va a enfadar, pues no quiere ver su ciudad tan vandalizada.