Año nuevo, vida nueva. Pero las obligaciones se conservan y el almanaque auxilia a la memoria. De este modo, para organizar nuestro 2024 y aportar su grano de arena en la lucha contra el cáncer, la Escola de Ball de Galilea ha lanzado un calendario solidario a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), patrocinado íntegramente por el Ajuntament de Puigpunyent. Un calendario que también nos transporta al pasado, con las excelentes fotografías de Guillem Bibiloni, del estudio Bibiloni Fotografia de Sencelles.
«En 2022 hicimos nuestro primero calendario, a beneficio de Caritas y en conmemoración del 20 aniversario de la escuela. Este año es a beneficio de la AECC. Dos de nuestras balladores padecen la enfermedad y pensamos que había otra opción. El calendario está compuesto por escenas de historias de vida del siglo XIX en nuestro término. Puigpunyent y Galilea. A través de la fotografía, recreamos el testimonio que nos llega a través de la historia oral y el recuerdo familiar», explica Miquel Matas, miembro del grupo.
Por siete euros, el calendario se podrá adquirir mañana sábado en los Mercados Municipales de Palma -el Olivar, Santa Catalina y Pere Garau-, entre las 9 y las 14 horas, cuando los voluntarios montarán una pequeña parada. Este sábado también estarán disponibles en el Mercat de Puigpunyent; el sábado 16 de diciembre, en el Mercat de Nadal de Sencelles y, el domingo 17, en el Mercat de Nadal de Puigpunyent. Se han impreso 800 copias y ya han sido vendidas más de 300 unidades.
Miquel Matas con el calendario.
Dado que requieren de todas las estaciones, las fotografías han sido tomadas a lo largo de ocho meses. En ellas se escenifican escenas propias del siglo XIX en la Isla. A medida que se suceden los meses nos encontramos con el vareo de los colchones de lana o la recogida de la patata; con las collidores d’oliva o la fiesta de Es Darrers Dies; con mujeres de Galilea de servían en las casas de los senyors de Ciutat, o historias tan pintorescas como aquella peixetera que, descalza desde el Port d’Andratx, llegaba a Galilea para vender su pescado. Toda la indumentaria que aparece en las fotografías es original del siglo XIX.
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