Salida de las embarcaciones en la última jornada de la prueba. | FRANCISCO UBILLA

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Este domingo, el Club Nàutic Cala Gamba puso el broche final a la 27ª edición de la Diada de Vela Llatina, que se celebró durante el fin de semana en aguas cercanas al recinto. Casi medio centenar de embarcaciones procedentes de diferentes puertos mallorquines, con una destacada flota de Portocolom, participaron en este ya consagrado evento dedicado a la modalidad más tradicional de navegación, cuyos origenes se remontan a la antigüedad.

Tras dos fantásticas jornadas de regatas, marcadas por una meteorología propicia para la navegación a vela gracias al 'embat' típico de la Bahía de Palma en esta época del año, los participantes degustaron el domingo a mediodía, en las instalaciones del club, una deliciosa fideuá rematada con ensaimada. Tras el ágape de hermandad, se procedió a la entrega de trofeos, en la que fueron muchas las embarcaciones premiadas, ya que se trata de una regata en la que el aspecto competitivo cede protagonismo ante el objetivo prioritario de dar a conocer y conservar el patrimonio marítimo. «La Diada se ha convertido en una jornada de hermandad y de difusión del patrimonio marítimo en la que la mayoría de participantes no viene a competir, sino simplemente a disfrutar de la navegación de estos barcos tradicionales y a compartir conocimientos con otros aficionados», asegura el vocal de Patrimoni Marítim del CN Cala Gamba, Bernat Oliver. Durante la Diada, que tiene cada año un importante perfil social, aparte de las regatas de vela latina del sábado y el domingo, también se difunden tradiciones como la navegación a remo, con paseos en diferentes embarcaciones de este tipo antes de las regatas.

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El alcalde de Palma, Jaime Martínez, junto a los responsables del club anfitrión y la prueba. Foto: Francisco Ubilla

Sea como sea, los barcos ganadores de la 27ª Diada de Vela Llatina fueron Neófit, del Consell de Mallorca, en la categoría de 'Vela Llatina Clàssica'; Boeres, de Mare Mar Fundació, en la 'Llaüts Clàssics–Recorrido Abierto'; Toro, del Consell de Mallorca, en la de 'Dragonera'; Annika, de Guillermo Amengual, en 'Llaüts Clàssics', y Tinita, de Pere Reus y Antoni Estades, en el grupo de 'Regata', tras imponerse en las tres pruebas de la Diada. Uno de los momentos más emotivos de la entrega de premios fue el reconocimiento al navegante Guillermo Amengual con el Premio Mestre Miquel Llompart, por toda una vida dedicada a la navegación tradicional. Además, durante el acto se hizo una mención especial a la embarcación invitada Alba, de la Associació Tradicional de Vela Llatina de l'Albufera, con sede en el Puerto de Silla (Valencia).

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Imagen grupal de los ganadores y participantes en las diferentes categorías. Foto: Emilio Queirolo

Una de las embarcaciones más emblemáticas de las que participan cada año en la Diada es la 'barca de bou' del Consell de Mallorca 'Balear', catalogada Bien de Interés Cultural. «Este evento anual es una cita muy importante que sirve de encuentro para la gente de toda Mallorca que mantiene viva la navegación tradicional», asegura uno de sus marineros, Jordi Nadal. «Este tipo de embarcaciones está desapareciendo muy rápidamente, y utilizarlas nos conecta con las generaciones que nos precedieron. La vela latina es una navegación lenta y tradicional que hasta no hace tanto estaba a la orden del día. Se trata de navegar como nuestros abuelos», remacha.